El lenacapavir, una inyección que si se administra dos veces al año podría prevenir la infección con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida), fue declarada como el Hito científico de 2024, según la revista Science.
“Reconocemos el próximo paso, aunque no el último, para combatir el sida. Este es un campo donde el rigor del laboratorio y las necesidades humanas son inseparables (...) Una duración de seis meses de eficacia significa una diferencia muy grande y una mejor forma de llevarle profilaxis a más personas en el mundo”, declaró en la presentación H. Holden Thorp, jefe de redacción del grupo editorial Science.
Se trata de un producto de la farmacéutica Gilead Sciences. Se presentó en julio, durante la Conferencia Mundial del Sida y los resultados del ensayo clínico se publicaron en la revista New England Journal of Medicine.
Desde 2022, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) lo aprobó como tratamiento para el VIH, con el nombre de Sulenca, pero ahora se descubrió que también facilitaría la prevención durante aproximadamente seis meses.
Todavía no está en el mercado ni en uso masivo porque faltan algunos procesos regulatorios y se espera estos concluyan a mediados de 2025. No obstante, desde el anuncio de los resultados de los ensayos clínicos, el lenacapavir se perfila como una esperanza para la prevención de la infección.
Algunos colectivos han denunciado que por su alto precio –aún no anunciado oficialmente– no estaría accesible para muchas poblaciones. La farmacéutica aseguró que habría precios modificados, más accesibles para países con menos riqueza y mayor necesidad.
¿En qué consiste este fármaco inyectable?
El lenacapavir pertenece a un grupo de medicamentos contra el VIH conocidos como inhibidores de la cápside. La cápside es una capa de proteína que protege el material genético del virus y las enzimas necesarias para su replicación (o multiplicación). Los inhibidores de la cápside buscan alterarla para prevenir que el VIH se multiplique y pueda reducir la concentración viral en el cuerpo.
Como tratamiento, el lenacapavir actúa contra las cepas del VIH que son resistentes a otros medicamentos y es usado por quienes no logran combatir el virus con los medicamentos usuales.
No obstante, la esperanza ahora es que se posicione como un inyectable de larga duración para prevenir el virus, especialmente en quienes estén en mayor riesgo de adquirirlo (personas con parejas positivas, trabajadores sexuales, hombres que tienen sexo con hombres).
Los ensayos se realizaron en hombres homosexuales y bisexuales, mujeres transexuales, hombres transexuales, personas no binarias, mujeres adolescentes y adultas.
Science destacó una eficacia en los ensayos clínicos de 100% para las adolescentes y casi 99% para las adultas.
Además, en las otras poblaciones se redujo la incidencia en un 96% y, en un 89%, si se compara con la una píldora diaria para combatir la infección.
En entrevista con Science, Jeanne Marrazzo, directora del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés) enfatizó que esto no es una vacuna, sino una especie de profilaxis PreExposición (PrEp), una opción que actualmente solo está disponible en forma de medicamentos orales diarios y que a muchas personas se les dificulta seguir. Una inyección dos veces al año constituye una esperanza.
“Reducirá dramáticamente la incidencia de VIH en personas en riesgo. (...), debemos continuar la búsqueda por una intervención para crear una protección y generar inmunidad con una vacuna si realmente queremos acabar con el VIH”, señaló.
Esperanza VIH y otros virus
Más allá de las críticas por el eventual acceso, hay esperanza para detener un aspecto del virus que todavía no logra dominarse del todo. En Costa Rica, cada año hay aproximadamente 1.200 diagnósticos nuevos.
En 2023, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tenía bajo tratamiento antirretroviral a 14.431 individuos. De ellos, 14.379 eran mayores de 15 años, 44 menores de 15 años y ocho estaban embarazadas (su rango de edad no trascendió).
En el planeta, se calcula que hay 39,9 millones de personas viviendo con el virus, de las cuales 30,7 millones están en tratamiento.
Science destacó que otros virus también tienen proteínas cápsides que forman esta coraza para proteger su material genético. Si el lenacapavir se mantiene efectivo a largo plazo podría abrir las puertas al tratamiento de otras enfermedades.
Este es el tercer año que la revista científica le otorga este galardón a aspectos relacionados con el VIH. La primera vez fue en 1996, cuando se descubrieron los inhibidores de proteasa como medicamentos. Estos representaron una reducción de la cantidad del virus en sangre y significaron ese paso de una enfermedad letal a una condición crónica.
La segunda vez fue en 2011, cuando se determinó de que el tratamiento contra VIH reducía significativamente el riesgo de transmisión a otras personas.