San José. La tarea de encontrar al popular Tango no fue tan sencilla.
Dimos varias vueltas en el parque Central y, aunque algunos nos decían que estaba ahí, no lo podíamos encontrar.
De pronto, al mirar los ojos de un hombre con cabello blanco y largo, al igual que su rebelde barba, lo hallamos.
Ya no vestía pantaloneta y camiseta para mostrar sus músculos, mientras que dominaba una pequeña pelota a su antojo.
Ahora era un anciano que entretenía a los transeúntes de la capital con rústicos juegos de madera.
"El mismo; sí, soy yo, Tango . Es que ya no puedo hacer ejercicio porque tuve problemas con una rodilla y cuando los médicos me dijeron que no se podía más, ni modo... Por lo menos caminando uno se defiende, pero sin caminar uno queda listo", dijo Francisco Delgado Soto.
" Tango me dicen porque siempre me ha encantado cantar tangos y mis papás me decían que yo había nacido para cantarlos... Y es que hay que cantarlos con el 'che', con el toque argentino, si no lo que sale es un bolero", explicó.
Ahora intenta ganarse su sustento fabricando juegos en madera, que él mismo inventa.
"Tengo varios: maché, pica caballo y taburé. Por cierto, uno me lo copió (el almacén) Leitón, solo que le cambiaron el nombre y lo fabricaron en plástico", afirmó, al tiempo que intentaba atrapar gente en el parque Central.