Sierpe (Osa). ¿Luz? Solo la de la luna y una pequeña lámpara con la que se sorprende a las especies que recorren los manglares del río Sierpe durante las noches.
El escenario es inmenso, llamativo, pero de cuidado.
Se trata del manglar más grande del país adonde, año a año, asisten millares de turistas, principalmente extranjeros, para maravillarse con el espectáculo natural que ofrece.
Los sentimientos son variados para quien se anima a abordar el bote con rumbo desconocido y entre las sombras. Sin embargo, la mayoría de turistas experimentan una mezcla de emoción y temor.
En el puerto de Sierpe usted puede escoger la empresa con la cual desea realizar el viaje, según el tipo de bote. Además, puede consultar a la Cámara de Turismo de Osa al teléfono 786-6534.
El recorrido nocturno tiene su encanto, precisamente por las sensaciones que inspira la noche.
Durante este viaje, que usualmente demora unas dos horas, es fácil observar cocodrilos y lagartos, cuyos centellantes ojos rojizos pueden sorprenderlo sobre las aguas del río y muy cerca del bote en el que viaje.
Un poco más adelante, entre las ramas de los árboles de mangle, interrumpimos el sueño de unos pichones de garza gris y más abajo, por las frondosas ñangas (raíces del mangle), una familia entera de mapaches decidió descansar por un instante, para luego continuar su recorrido por la orilla del río en perfecta fila india.
“Papi, papi, alumbre por ahí, hay otro pajarito”, dice –emocionada– Michelle Dayana Jiménez, una pequeña de cuatro años, hija del guía de la excursión, Geovanny Jiménez.
De repente, y por tratar de fotografiar a un lagarto que hasta parecía estar posando para la cámara, nos percatamos que una serpiente estaba justo sobre nosotros, colgando de una rama.
Los precios de los tours oscilan entre los $50 y $100 por persona, dependiendo no solamente de la empresa que elija, sino de los horarios: día o noche.