El próximo martes 11 de marzo comienza a regir la obligatoriedad de tener la vacuna contra la fiebre amarilla. Quienes van a viajar a 43 países deben haberse inyectado como mínimo 10 días antes de llegar a su destino.
El Ministerio de Salud pide vacunación para los países donde la enfermedad es prevalente. Desde 2018 ya era necesaria para viajar a todos los países de África, a Brasil y algunas zonas boscosas o Amazónicas de Colombia y Perú. Sin embargo, nuevos brotes en otras zonas obligaron a aumentar la cobertura.
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Esta es la lista de los países:
De Suramérica. Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Surinam, Venezuela y Trinidad y Tobago.
De África. Angola, Benín, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Chad, República del Congo, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea y Guinea-Bisáu. En la lista también figuran Kenia, Liberia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona, Sudán del Sur, Sudán, Ruanda, Tanzania, Togo, Uganda y Zambia.
¿Dónde vacunarse contra la fiebre amarilla?

La vacuna está disponible en las farmacias privadas, con un precio que puede rondar entre los ¢74.000 y los ¢88.000.
Algunas farmacias permiten reservar la dosis, otras no. Una buena medida consiste en llamar al establecimiento para asegurarse de que la tengan cuando usted llegue por su inyección.
En diciembre y enero, ante la escasez de dosis en el mercado privado, el Ministerio de Salud compró vacunas para colocarlas de forma gratuita en “vacunatones”. En tres ediciones se aplicó el fármaco a 9.854 personas.
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¿Por qué vacunarse contra la fiebre amarilla?
Aunque Costa Rica reportó su último caso de fiebre amarilla en 1956, se unen dos factores que aumentan el riesgo de reintroducción de la enfermedad.
El primero es la circulación del zancudo Aedes aegypti, que además de dengue, transmite la fiebre amarilla. Si un turista con la enfermedad es picado por un Aedes, este mosquito se convertiría en portador del virus de por vida y lo podría transmitir.
El segundo factor es que hay brotes en países donde los costarricenses viajan comúnmente, como Colombia, Brasil y Perú. La Organización Panamericana de la Salud emitió una alerta en donde definía que el riesgo de diseminación de la enfermedad en la región es alto.
El año pasado se confirmaron 61 casos y 30 fallecimientos por fiebre amarilla. Esto representa una letalidad del 49,18%, es decir, casi la mitad de los infectados falleció.
En las primeras cuatro semanas de este año hubo 17 casos y siete fallecimientos, para una letalidad del 41,18%.
En Colombia, uno de los países a los que más viajan los costarricenses, se reportaron 31 casos y 15 muertos (letalidad de 48,39%) entre el año pasado y las primeras cuatro semanas de 2025.