Los antisociales están desmantelando el puente de La Amistad, sobre el río Tempisque.
En los últimos meses se han robado nueve lámparas, cinco reflectores y una banca de concreto del mirador, así como las banderas de Costa Rica y Taiwán.
También se llevaron las señales de tránsito colocadas a lo largo de los 780 metros de estructura.
Además, algunos pobladores denunciaron que en las madrugadas de los fines de semana el viaducto es utilizado para hacer “piques” entre conductores.
Al respecto, la viceministra de Transportes, Viviana Martín, dijo la Policía de Tránsito no ha recibido ninguna denuncia sobre el uso del puente para carreras de carros y por eso no han actuado.
Respecto al mantenimiento de esa infraestructura no hay mucha claridad en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
El subdirector de Puentes de ese Ministerio, Mario Loría, afirmó que existe un plan de revisiones periódicas, pero la ejecución le corresponde al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), ya que el puente está ubicado en una vía nacional.
Por su parte, los vecinos de comunidades aledañas como Roblar, Loma Bonita y Sonzapote piden la instalación de un puesto policial para asegurar la estructura y evitar un mayor deterioro.
“De no tomarse las acciones pronto, esto va camino a convertirse en tierra de nadie, lo que sería una lástima, porque viene a empañar la belleza escénica del lugar” comentó Jorge Castillo, vendedor de refrescos en el sitio.
Rolando Ramírez, presidente de la Policía Comunitaria de las poblaciones cercanas explicó que las comunidades y la municipalidad de Nicoya acordaron destinar un espacio para construir un puesto de control en las inmediaciones.
Incluso, algunos empresarios y ganaderos donaron los materiales, pero faltan aportes del gobierno local para concretar la construcción.
La idea es garantizar la permanencia de oficiales de la Fuerza Pública, de la Policía de Tránsito, y del Ministerio de Ambiente y Energía.
El puente La Amistad fue donado por Taiwán y costó $27 millones (¢14.028 millones). Se inauguró el 10 de abril del 2003.
Sin señales. Los ladrones también sustrajeron unas 200 señales de tránsito ubicadas en el trayecto de vía que va desde Limonal de Abangares hasta Nicoya.
A lo largo de ese tramo solo quedó la base que sostenía las láminas de aluminio con información a los conductores.