Una vecina de San Miguel de Sarapiquí calificó como un verdadero martirio las últimas dos semanas, ya que fue acosada, a diario, por un grupo de manifestantes que mantuvo un bloqueo a 100 metros de su casa.
La joven de 22 años relató que cada vez que se dirigía a su trabajo en Venecia de San Carlos, los sujetos le decían comentarios inapropiados y le restringían el paso para que tuviera que caminar en medio de ellos.
“Yo estuve cuidando unos chiquitos en Venecia de San Carlos y vivo en San Miguel de Sarapiquí. Los bloqueos siempre estaban en el cruce entre ambos lugares y yo tenía que pasar por ahí todos los días”, narró.
"Siempre había señores del mismo pueblo y otros que no conocía. Entre todos, cuando veían que yo venía, se paraban así como para que yo tuviera que pasar en medio de ellos y eso me daba demasiada cólera.
“Entonces yo me tenía que quedar como de brazos cruzados a esperar que, tal vez, alguno de todos se quitara para yo pasar, pero era súper incómodo”, contó la joven, quien prefirió reservar su identidad por seguridad.
Además, afirmó que había un hombre que era “demasiado necio” porque todos los días le decía “buenos días machita guapa” y que eso ya la tenía harta.
Destacó que ella trataba de no hacer caso a los comentarios, pero que eran muy recurrentes y que la situación ya se había tornado agotadora y muy incómoda.
La estudiante duraba entre 10 y 15 minutos en llegar a su trabajo, pero dice que en ocasiones tenía que quedarse hasta 10 minutos más en el bloqueo mientras esperaba que la dejaran pasar caminando.
Luego de varios días de vivir la misma situación, le dijo a su pareja que la esperara al otro lado del cruce y que otras veces la fuera a recoger hasta Venecia de San Carlos.
Afirma que cuando pasaba acompañada de su novio por en medio de los bloqueos, el acoso ya no sucedía.
Destaca que nunca recibió ningún tipo de abuso físico, pero que no sabe qué hubiera pasado si hubiera caminado en medio de los hombres tal y como ellos querían.
“A veces yo decía ‘buenos días’, como por respeto y ellos le fueron a decir a un familiar que yo les daba pelota por eso y que ‘me les ponía buena’. Eso me dio demasiada cólera y miedo también.
“En el momento que yo me asusté fue cuando uno de ellos le dijo a mi tío: ‘qué linda esa machita, yo me voy a casar con ella, voy a ver qué hago, pero yo la quiero para mí’”, manifestó la joven a La Nación.
Resaltó que solo hubo un señor que sí la ayudó a pasar tranquila en medio del bloqueo de carretera, ya que le decía a sus compañeros que se quitaran y que no fueran necios.
La mujer de 22 años dice que siempre ha sufrido de acoso en esa zona, pero que nunca de esta manera ni tantos días seguidos.
La ley 9877 tipifica el acorralamiento, el exhibicionismo y la masturbación en espacios públicos como las formas más severas de acoso sexual callejero. También impone multas a quienes emitan palabras, silbidos, jadeos y gemidos con connotación sexual, sin consentimiento de la víctima.
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Esta vecina de San Miguel de Sarapiquí aseguró que a los manifestantes de esta localidad les pagaban por plantarse en la calle, pero no quiso abundar en detalles sobre eso.
“La verdad es que yo estoy de acuerdo con las manifestaciones, pero no con los bloqueos. Ellos disque están luchando por el pueblo, pero en realidad están jodiendo al mismo pueblo, porque los que no podían trabajar por los cierres eran los mismos trabajadores.
“Para bloquear la calle ponían tierra en un carril, además de unos barriles y cintas de precaución amarillas. No dejaban pasar a gente que solo necesitaba trabajar”, finalizó.
El 11 de octubre, el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) informó de que un grupo de transportistas de la zona norte declaró que habían sido amenazados para que atravesaran vehículos y bloquearan la carretera.
El cantón de San Carlos es uno de los más afectados, desde el 30 de setiembre, por los cierres de rutas promovidos por el Movimiento Rescate Nacional, organización liderada por el exdiputado Célimo Guido.