“Escribimos esta carta para hacer totalmente responsable al Patronato Nacional de la Infancia de lo que le pueda suceder a este niño, ya que hemos realizado miles de llamadas para reportar esta situación, y seguimos tantos años después, esperando que actúen, mientras el menor sufre todo tipo de maltratos y agresiones”.
La carta tiene fecha del 28 de marzo y la firma una treintena de vecinos de un barrio en Cinco Esquinas de Tibás, San José.
Hartos de escuchar las agresiones que sufre un menor de 11 años, hicieron lo que hasta ahora nadie ha hecho: emplazar al PANI.
Evelyn León Gómez está entre quienes firmaron la misiva. Ella vive pared de por medio con la familia donde se da agresión, que está integrada solo por la mamá y el menor.
“Yo he escuchado que le pega con la faja, con la mano, lo ha agarrado del pelo y lo ha reventado contra la pared… Él vive bombardeado con una agresión psicológica tan terrible... ¡No sé cómo ese niño no ha hecho algo peor”, manifestó León.
La Nación habló con varios de quienes firmaron la carta. Según aseguraron, en promedio, cada uno ha llamado unas diez veces al 9-1-1 en los últimos seis años para denunciar momentos en que el chiquito es víctima de agresión.
“La mamá tiene la costumbre de traer a sus amigos en la noche. Es cuando lo vemos en la calle, sorteando los carros, mientras su mamá está enfiestada”, manifestó una de las vecinas, quien prefirió reservar su identidad.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) lleva un expediente del caso desde el 2007, confirmó la vocera de prensa de esa institución, Fanny Cordero.
Una investigación posterior a la entrega de la carta concluyó que el niño ha estado bajo el cuido de los abuelos maternos hace dos años, situación que los vecinos niegan con vehemencia. Los abuelos vinieron por el niño el viernes siguiente a la entrega de la carta. “Que pregunten al de la buseta de la escuela adónde lo viene a recoger todos los días. No es donde los abuelos”, dijo otra vecina. La vocera del PANI prometió “agudizar” la investigación de este caso.