Los comerciantes que vendían en las aceras de San José ocupan desde ayer un nuevo mercado, en el antiguo edificio del Registro Civil ubicado en calle 6, avenidas 2 y 4.
Ellos fueron desalojados el 3 de enero por parte del ayuntamiento, tras 20 años de vender en las calles.
De los 466 comerciantes que fueron expulsados de las aceras, solo 140 ofrecen hortalizas, frutas y ropa en el nuevo mercado.
Geovanni Jiménez, dirigente de los vendedores, indicó que el resto se instaló en pequeños mercados en parqueos o se dedica a otro tipo de actividad.
"Solo podían ingresar acá los vendedores que participaron en las ferias periféricas que se hicieron en varios distritos de San José", dijo.
Por el momento, los comerciantes solo tienen sus tramos en el primer piso del edificio.
Según Jiménez, pronto contarán con una soda, carnicería, venta de pollo y pescado.
"Es necesario que San José quede limpio de vendedores callejeros para que las personas tengan libre tránsito. La meta es consolidar este mercado, que es seguro y aseado", afirmó el dirigente.
Este primer mes no pagarán patente, solo ¢600 diarios para cubrir los gastos de agua y electricidad.
Operativos. Johnny Araya, alcalde de San José, anunció que intensificarán los operativos para eliminar las ventas en la capital.
Decenas de personas ofrecen collares, gorras, ropa y otros productos en el bulevar de la avenida central, principalmente durante las noches y los fines de semana.
"Nos vamos a empeñar en que no haya ventas en las calles pues San José debe ser una ciudad más humana y competitiva", resaltó.
Los vendedores prometieron no retornar a las calles, pues antes habían abandonado los mercados Coca Cola y Paso de la Vaca.