Las 600 personas que aún habitan en el precario Triángulo de la Solidaridad empezarán a ser trasladadas a otros sitios en agosto.
Es la promesa que hace el Estado por medio de su ministra de la Vivienda, Irene Campos Gómez, quien asegura que esperan realizar los llamados reasentamientos concertados y dejar libre el terreno para desahogar el paso de un tramo de la carretera de Circunvalación mucho antes de que termine el actual gobierno.
¿Cuánto tiempo tomará ese desalojo? Campos no se atrevió a dar plazos porque, según explicó, los traslados de estas familias no son sencillos. Entre otras cosas, porque a las comunidades no les gusta saber que habitantes de precario serán sus nuevos vecinos.
No solo cuesta encontrar viviendas de residencia permanente; también casas de alquiler. La líder del Triángulo, Ana Martínez, contacto del Gobierno en el sitio, afirmó que la gente se quiere ir de ahí, pero no es tan fácil.
“Hemos tenido familias que consiguen casas de alquiler pero en cuanto el casero se entera de que el IMAS les pagará la renta dicen que no quieren nada con el Gobierno”, manifestó Martínez.
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La ministra de Vivienda dijo que el traslado a los lugares que se seleccionen será pronto.
"En agosto, esperamos entrar a Triángulo. El máximo objetivo es quitarlos a todos. Sé que los vecinos (residenciales circundantes) les da aprehensión de que el asunto no se hace rápido, pero no es un asunto rápido.
“Esto ha sido un proyecto muy hormiga. Lo más que trasladamos son de diez a quince familias a un solo lugar, y así lo concertamos con ellos”, agregó la ministra.
Dos puntos críticos en la
ruta de la Circunvalación norte
Estos son los terrenos vinculados con el precario Triángulo de la Solidaridad, la zona de construcción de la Circunvalación y el llamado cafetal de los Lobo, invadido por otras familias.
FUENTE: MIVAH. || E.E. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Los vecinos de las residenciales aledañas a este precario exigen que los moradores del Triángulo se vayan lo más pronto posible. Y han tocado todas las puertas para hacerse escuchar, incluidas las de órganos constitucionales.
Apelan a resoluciones de la Sala IV que los amparan por la afectación en la seguridad y la salud de quienes han residido en los terrenos aledaños mucho antes de que los primeros ranchos se instalaran, en el 2000.
Esperan, además, que las obras en esta zona para la carretera apuren la salida.
Apenas la semana pasada, se terminó de realizar un censo en la zona del Triángulo, con apoyo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), que determinó que ahí todavía viven unas 206 familias. En el 2012, cuando se hizo el primer censo, se registraron 512 hogares.
La ministra de Vivienda asegura que se han trasladado 306 familias desde que se hicieron los primeros reasentamientos concertados, en el 2016.
La medición más reciente se hizo para disipar las dudas de quienes viven en las residenciales aledañas al precario.
Ahí, hay quienes consideran que los desalojos anunciados por el Gobierno nunca se han dado.
Por el contrario, dicen, el precario creció hacia arriba (con ranchos de varios pisos) y hacia los lados, con la invasión de un terreno privado propiedad de la familia Lobo.
En esta última propiedad, hay 209 familias identificadas según un censo realizado en abril, también por el Mivah y el IMAS.
“Ahí se demuestra que realmente son otras familias (las que están en ese terreno). El desalojo está programado para el 30 de junio. Ya se hizo la notificación de este predio que llamamos el cafetal. Todas se van”, dijo la ministra.
El tramo norte de la carretera de Circunvalación consta de 5,6 kilómetros que van de La Uruca a Calle Blancos.
Un trayecto importante pasa justo sobre el terreno donde está el Triángulo y donde ahora está un nuevo precario, en el cafetal de los Lobo.
En marzo, se inició la fase más compleja según el MOPT, que es la construcción de un viaducto de 2,5 km.
Molestia y promesa
De acuerdo con el censo del Mivah y el IMAS, todavía quedan 206 familias ubicadas en las márgenes de lo que será la carretera de Circunvalación, en el sector del Triángulo.
El objetivo final, confirmó la ministra Campos, es dejar concluido el asunto en esta administración, pero este año no, aclaró.
“Inseguridad, salud, ruido ambiental, la contaminación por basura y la indigencia. Vivimos encerrados. Antes éramos un lugar muy bonito para vivir, pero cuando empezaron a venirse para acá, todo cambió”, comentó Olman Cordero, quien lleva más de dos décadas colindando con una de las entradas principales del precario.
Cordero junto con un grupo grande de habitantes de los residenciales cercanos al Triángulo analizan con escepticismo cualquier cosa que digan los representantes gubernamentales.
María Eugenia Brenes, una de las personas que ha liderado el movimiento comunal para sacar el Triángulo de esta zona, se queja por la labor estatal en relación con quienes han vivido ahí toda su vida.
Brenes aseguró que los problemas sanitarios son cosa de todos los días. Las nubes de zancudos han invadido todas las viviendas.
“Yo los entiendo y no los juzgo. Tenemos por ahora la certeza de que no tenemos una gran cantidad de más, que los que están en el cafetal no son los que nosotros trasladamos y que del otro lado tenemos un pequeño crecimiento, pero no es un crecimiento desmedido”, aseguró la ministra de Vivienda.
En camino
Ana Martínez, del Triángulo, confirmó el interés que hay ahí por salir pronto.
Según contó, en el lado sur del Triángulo habrá un parque con mariposario incluido. "Si se compra el cafetal, será para un proyecto de vivienda del Triángulo.
“Mis vecinos son la parte más dura que hemos tenido. Siempre nos acusan de cosas que no son ciertas. Han querido que nos vayamos”, dijo Martínez.
“Que estén tranquilos. Triángulo va a desaparecer de aquí. Espero en mi Dios que a finales de agosto, a más tardar en octubre, tengamos a la mayor parte de la gente trasladada”, aseguró la dirigente.
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Las autoridades de Vivienda confirmaron que hay interés por comprar el lote, pero que todavía no es el momento.
Por ahora, exploran otras posibilidades. La principal, el pago de los primeros tres meses de alquiler con fondos del IMAS.
"Para nosotros es una alternativa pero tiene limitaciones para la construcción, que están dadas por el plan regulador de Goicoechea.
“A pesar de que a nosotros nos interesa mucho y potencialmente podría ser un sitio interesante, no podemos invertir dinero del Estado en un sitio que no puede ser construido. Le dijimos a la familia (Lobo) que por ahora no era viable”, agregó la ministra.