Pavones. Golfito. Los 15 estudiantes de la escuela Santa Clara, en este distrito, volverán a clases con las mismas penurias.
"Hace dos años, los niños acudieron muy felices a clases, pero al llegar encontraron la escuelita totalmente quemada. Hasta los utensilios de cocina se perdieron", narró Lidieth Sánchez, madre de cuatro hijos.
Un extranjero donó un lote muy cerca de la carretera principal para instalar la nueva escuela.
El centro educativo se fue levantando poco a poco. Primero, con palmeras (hojas de palma) y zinc. En invierno, los niños se mojaban y en la época de verano el problema era por el polvo.
Mediante rifas, ventas de comidas y ayudas de los padres de familia fueron comprando madera y lograron cerrar el aula.
La madre comentó que las condiciones han ido mejorando pero aún falta mucho por hacer.
Por ejemplo, todavía no cuentan con el comedor escolar tan necesitado para este poblado donde las familias no tienen muchos recursos.
"Viera qué cansado es estar sentado en el suelo, bueno el año pasado lo hacíamos en la tierra porque no tenía piso de cemento", comentó Adolfo Rangel, quién cursará cuarto grado.
El menor pidió al Ministerio de Educación que les ayude con pupitres y un comedor escolar.