Leonel Moreira es aquel jovencito que empezó a trabajar desde los 15 años en construcción para poder perseguir su sueño de consolidarse en el fútbol. En aquel momento, ni siquiera le pasaba por la mente que en 2024 se apoderaría del récord como el guardameta con más partidos disputados en la historia del fútbol nacional. Es más, ni siquiera era portero, porque jugaba como volante ofensivo.
Todo tenía que ganárselo a pulso. Nunca nadie le ha regalado nada y, en lugar de quejarse, puso manos a la obra. Así ha sido su vida siempre, y venir de una familia de recursos limitados nunca fue excusa.
Entrenaba muy temprano. Después de la práctica se iba a trabajar con un familiar en construcción, como albañil, y le pagaban por horas. Era la manera de obtener recursos para costearse los pases para ir a las prácticas y ayudarse con uno que otro gasto.
Así transcurrieron cuatro años, un periodo en el que sacrificó sus estudios, pero los retomó apenas pudo. Ahí es donde empieza la historia del multifacético portero de Liga Deportiva Alajuelense que pocas personas conocen, porque tiene otra carrera: Administración con énfasis en Recursos Humanos.
También sacó licencia A Pro de entrenador; estudia inglés mediante el convenio de la Liga con el Centro Cultural Costarricense Norteamericano y de aquellos tiempos como albañil descubrió que lo apasiona la Arquitectura y el diseño.
“Como ahorita entrenamos en la tarde lo puse en stand by, pero es algo que no pienso dejar. Solo debo acomodar el calendario para retomarlo. Estoy empezando apenas, pero tengo esas ganas de crecer como persona y como profesional fuera del fútbol”, relató Leonel Moreira.
La Arquitectura le encanta, pero es una carrera que demanda dedicación. A sus 34 años, la prioridad es su trabajo actual, que es ser futbolista.
“Para esto a uno le debe gustar diseñar y a mí me encanta hacer cosas diferentes, crear. Me encantaría llegar a ser un excelente arquitecto y quiero hacer las cosas bien para ejercerlo cuando termine la etapa de futbolista. Conforme vas avanzando en el tema teórico en la carrera, vas adoptando todas las técnicas”.
Confesó que esa faceta de alumno le cuesta porque es un poco disperso, pero trata de hacerlo bien y le agradece a su esposa, Yulieth Granados, porque afirma que ella es la encargada de tallarlo a la hora de estudiar.
“Ella siempre está muy pendiente y es la que me motiva, ella me impulsa y mi esposa es uno de los pilares más grandes que tengo”.
Leonel Moreira y su esposa estudiaron juntos
Sin pensarlo mucho, él la responsabiliza de todo. Eran unos chiquillos y en aquel momento les llamó la atención que había una alianza comercial entre Herediano y Fidélitas. Yulieth le dijo que aprovecharan la oportunidad.
Averiguaron y el convenio no aplicaba para todas las carreras. De las opciones disponibles en la universidad, decidieron ingresar a Administración con énfasis en Recursos Humanos. Eso sí, él le puso una condición: “Yo entro, pero si usted entra, si no, no”.
Ella aceptó el trato y estudiaron juntos. Justo en ese momento descubrieron que la familia crecía. Santiago iba a tener una hermanita. Camila venía en camino y Julieth iba embarazada a clases.
La esposa de Leonel Moreira cuenta que su mamá los ayudó mucho, pero no podía cuidar a los dos chiquitos a la vez. Así que, con un portabebé en mano, ella se iba a clases con Camila, quien ya tiene diez años.
“El decano y los profesores en ese momento fueron muy empáticos. Cuando Leo no podía ir, yo le tomaba notas, hacíamos trabajos juntos. A él le ponían un trabajo extra para reponer la clase y le ayudaban con las ausencias, porque entendían que el fútbol es su trabajo. Era partido tras partido, por el equipo y por la Selección Nacional, pero lo sacamos adelante y estamos muy orgullosos de eso”, comentó Yulieth Granados.
Leonel Moreira nunca ha ejercido esa carrera a nivel profesional, pero sí en el plano personal, porque es muy organizado y tiene algunos negocios; mientras que ella siempre ha trabajado en banca y esa carrera se complementa.
Él tiene la satisfacción de que estudió, de que cuenta con el conocimiento, que le costó y que les puede dar el ejemplo a sus hijos, porque se esforzó.
Santiago habla inglés y portugués, aparte del español, y está en un curso de italiano. Él quiere estudiar Medicina; mientras que Camila es muy buena alumna y también tiene inglés avanzado.
“Leo les inculca prepararse bien. A mí me ha tocado verlo haciendo trabajos mientras está concentrado con el equipo, o venir del entrenamiento y ponerse a estudiar. Quiere sacar gestión deportiva y eso es más sencillo, porque es en línea, aparte de ese reto pendiente de graduarse como arquitecto”.
Como Santiago está en un colegio americano, el inglés es como si fuera su primera lengua. De un tiempo para acá, es común verlos que entran a una oficina en su hogar, donde se sientan a estudiar juntos y a practicar el inglés, tanto escrito como conversacional.
Si esta familia decide que es tiempo de hacer alguna remodelación en su casa, el propio Leonel Moreira es quien diseña lo que quieren.
Tanto el portero de la Liga como su esposa consideran que estudiar es lo mejor que le puede pasar a cualquier persona, pensando en el futuro y por realización personal. También lo ven como el mejor ejemplo que les pueden dar a sus hijos.