El quiste que le apareció a Óscar Arias en las cuerdas vocales fue diagnosticado como benigno por los médicos que lo atendieron en una clínica de Filadelfia, EE. UU.
El mandatario, de 68 años, se trasladó el martes a esa ciudad para someterse ayer a varios exámenes médicos, con especialistas en otorrinolaringología, en el centro médico Philadelphia Ear, Nose, and Throat Associates.
Los médicos confirmaron el diagnóstico de una disfonía (ronquera) severa que sufre desde hace varias semanas y que le ha impedido participar en actos públicos.
Los especialistas, de acuerdo con un boletín de la Casa Presidencial, le recomendaron guardar reposo de voz absoluto durante las próximas cuatro semanas.
El boletín dice que Arias no deberá ser sometido a cirugía para corregir su afección.
No obstante, el comunicado agrega que “si después del reposo indicado no hubiera recuperación satisfactoria, se valoraría la necesidad de realizar una intervención quirúrgica”.
La Presidencia informó de que el mandatario, a través de su hija Silvia Eugenia Arias, expresó que “está siguiendo estrictamente las recomendaciones médicas y que se encuentra de buen ánimo”.
Arias viajó el martes acompañado de su hija y una asistente, en un vuelo de American; y se hospeda en un hotel de esa ciudad.
La Nación solicitó el nombre del médico que atendió al mandatario, pero la Casa Presidencial no lo reveló. En ese centro médico estadounidense, dos de los más reconocidos especialistas son Joseph Sataloff y Robert Thayer Sataloff.
Primer examen. Arias lleva más de una semana sin hablar en público, por recomendación del especialista en otorrinolaringología, Mauricio Buitrago, quien en una valoración en San José, le recetó medicamentos antiinflamatorios.
El Presidente viajó a Estados Unidos para obtener una nueva opinión sobre la enfermedad que padece. El lunes pasado, en una carta que envió al presidente de la Asamblea Legislativa, Francisco Antonio Pacheco, le informó de su salida del país durante ocho días.
Sin embargo, el comunicado de la Presidencia, indica que Arias regresará al país el sábado 24.
El mandatario está incapacitado por esta fuerte afonía desde el pasado 12 de mayo.
La Casa presidencial ha manejado con gran cautela la enfermedad del mandatario. El primer comunicado sobre el viaje a Filadelfia fue muy escueto, indicando que él costeará personalmente los gastos; incluso decía que viajaría en un vuelo privado, lo cual no fue así.
Antes de asumir como presidente de la República, en mayo del 2006, su médico de cabecera, Orlando Quesada, informó de que las principales dolencias del mandatario eran la presión arterial y el asma bronquial, las dos bajo control.