Ángela Ávalos Rodríguez

Bienestar

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Un tema con influencia en nuestras vidas:


¿Por qué la constructora mexicana no quiso hacer el nuevo hospital de Cartago?

 
 

Les presento mis disculpas porque les debo la respuesta a esa pregunta. Las razones por las cuales la empresa Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructuras S. A. de C. V.  salió del proyecto para construir el nuevo hospital de Cartago no están del todo claras.

La carta que leyó la presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, este jueves 19 de setiembre, enuncia básicamente dos razones: las fluctuaciones en el tipo de cambio en los últimos tres años, y los criterios encontrados entre la Caja y el Ministerio de Salud sobre la conveniencia de construir el hospital de Cartago en el terreno elegido. Para la compañía, esos criterios “han puesto en entredicho el proyecto”.

El director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción, Randall Murillo, resume muy bien el caso de Cartago. Califica al tipo de cambio como un  "desincentivo" para las contrataciones pactadas en dólares, y a las desavenencias entre instituciones públicas sobre proyectos clave como fuente de inseguridad jurídica para las empresas. Con la Cámara coincide el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA).

Las desavenencias señaladas por Murillo probablemente tuvieron un gran peso en la decisión de los mexicanos de no continuar con el proyecto del nuevo Hospital Max Peralta. En el fondo, el mensaje de inestabilidad que se envía a los inversionistas con discusiones como las que se desarrollaron previo a la adjudicación de la obra, tiene un gran potencial disuasor. 

A pocas horas de conocida la renuncia de la empresa al proyecto, varios diputados presentaron mociones para convocar a los representantes de la constructora a dar explicaciones ante la comisión legislativa que ve los asuntos de la provincia de Cartago. 

Antonio José Ortega Gutiérrez, del partido Frente Amplio, y Johana Obando Bonilla, del Partido Liberal Progresista, denunciaron supuestas presiones políticas para obligar a la firma mexicana a desistir luego de ganar la licitación de la obra. A estos reclamos se une la liberacionista Paulina Ramírez Portugués, quien acusó al gobierno de “salirse con la suya” al impedir la construcción de un nuevo hospital con supuestas presiones sobre la compañía extranjera.

En el caso de Cartago, los grandes afectados seguirán siendo quienes dependen de la atención en salud en esa provincia y en las comunidades de Los Santos. Por más que la CCSS prometa reforzar los servicios mientras se construye el nuevo hospital, lo que hay jamás tendrá la suficiente capacidad para dar abasto con el incremento de la demanda de servicios, cada vez mayor y más compleja.

No se vale lo que está pasando con Cartago, un proyecto que debía estar resuelto y encaminado. El nuevo hospital acumula, al menos, 13 años de trámites y mucho más de dos décadas de reclamos sostenidos por parte de la población cartaginesa. El horizonte que se vislumbra tampoco está claro.

En 15 días, la Junta Directiva de la CCSS conocerá informes de la Gerencia de Infraestructura y la Dirección Jurídica sobre el escenario jurídico previsto ante esta fallida licitación. Por ahora, al nuevo hospital solo lo conoceremos en un dibujo, el que abre estas líneas. 

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