¿Se puede mejorar, desde las aulas, la capacidad de los adolescentes para hacerle frente a la era de la desinformación? Los resultados de un plan piloto para jóvenes realizado en Ucrania indican que sí.
De setiembre a diciembre de 2018, en 50 escuelas ucranianas se incorporaron a los contenidos curriculares de las clases de historia, arte y lengua algunas referencias de “noticias falsas”, medios de comunicación, discursos de odio y pensamiento crítico.
5.425 estudiantes de octavo y noveno año formaron parte de la iniciativa y los resultados en comparación con alumnos de otras escuelas, en las que no se aplicó el plan piloto, fueron claros.
Quienes formaron parte del programa tuvieron un 18% más de rendimiento a la hora de identificar “noticias falsas” y fueron un 16% más capaces de diferenciar entre hechos y opiniones.
Además, demostraron un conocimiento más amplio de la industria de medios de comunicación y lograron establecer con más precisión cuándo se encontraban frente a discursos de odio.
Debido a los buenos resultados, el programa se ampliará este año a 650 escuelas de todo Ucrania.
Contexto político complejo
La desinformación tiene un papel importante en el diario vivir ucraniano, especialmente desde el estallido del conflicto armado en el este del país, en 2014.
Los troles, las “noticias falsas” y los mensajes de odio son una constante en las redes sociales y tanto grupos prorrusos como proucranianos han buscado emplearlos a su favor.
El caso más emblemático data del 2014, cuando medios oficiales rusos publicaron un video, en el cual se ve a una mujer que decía ser refugiada y aseguraba que los soldados ucranianos habían crucificado públicamente a un niño de tres años frente a su madre, “como si fuera Jesús”, mientras el pequeño gritaba, sangraba y lloraba.
Todo era mentira, inclusive la plaza en que supuestamente ocurrieron los hechos no existía.
Según un artículo publicado por The New York Times en 2017, otras noticias falsas que circularon en los últimos años en Ucrania también divulgaron mentiras sobre supuestos campos de entrenamiento que no existían y linchamientos que no ocurrieron.
Cataluña también apuesta por las aulas
En otras partes del mundo también se está combatiendo la desinformación desde las aulas.
Por ejemplo, en Cataluña, España, se empezó a impartir en las escuelas y colegios un curso sobre la credibilidad de la información que circula en redes sociales, con la idea de fortalecer el pensamiento crítico de los estudiantes y enseñarles a distinguir la información confiable de la falsa.
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La iniciativa está enfocada en niños y jóvenes de 10 a 16 años y aborda temas como: los influenciadores, el uso de dispositivos móviles, la identidad digital, las noticias falsas y el efecto de los algoritmos en cómo se recibe la información en las redes sociales, búsquedas y publicidad.
El programa está pensado para que se desarrolle dentro del horario lectivo habitual y se estructura en 12 unidades didácticas: cuatro sobre información, cuatro sobre entretenimiento, dos sobre publicidad y dos sobre buenas prácticas con los dispositivos digitales.
La Nación consultó al Ministerio de Educación Pública (MEP) si cuenta con alguna iniciativa referente a la lucha contra la desinformación, pero no se recibió respuesta, al cierre de esta publicación.
Esta información forma parte del proyecto #NoComaCuento, una iniciativa de La Nación que busca analizar la veracidad de la información que circula en redes sociales. Usted puede formar parte de este proyecto enviándonos información que le parezca falsa o poco confiable al WhatsApp 6420-7160 o al correo nocomacuento@nacion.com.