EscucharUn mensaje que circula en Telegram miente al decir que las autoridades enviaron a 150 policías para contener a los manifestantes que irrumpieron a la fuerza en el Hospital de Heredia el miércoles 26 de enero. Los registros institucionales indican que al lugar de los acontecimientos se trasladaron, a lo sumo, 35 oficiales, entre efectivos de la Fuerza Pública y la Policía Municipal de Heredia.
La falsedad sobre la cantidad de policías que atendieron el incidente se compartió el 27 de enero en el grupo de Telegram Patriotas Costa Rica, en un mensaje que dice: “150 policías llegaron al hospital de Heredia para evitar que una madre se lleve a su hijo... la Costa Rica del PAC”.
Este medio consultó al respecto al Ministerio de Seguridad Pública (MSP). La dirección regional de la Fuerza Pública en Heredia respondió que en el Hospital San Vicente de Paúl “se tuvo un grupo máximo de 30 oficiales” al momento de atender la situación.
En videos del altercado se aprecia que al sitio se presentaron también oficiales de la Policía Municipal de Heredia. Dicho gobierno local indicó que apoyó con cuatro efectivos durante el incidente y que, después, colaboró con el traslado de las personas que detuvo la Fuerza Pública.
La intervención policial se requirió la tarde del miércoles en el Hospital San Vicente de Paúl, cuando, en medio de empujones y fuertes intercambios de palabras, un grupo de antivacunas respaldados por la diputada independiente Shirley Díaz ingresó a la fuerza al centro médico. Los manifestantes alegaron que estaban ahí para exigir la “liberación” de un niño de seis años, quien, según ellos, estaba retenido debido a que sus papás se negaban a vacunarlo.
Después, el hospital aclaró que el niño fue internado por una patología respiratoria. Como el menor es asmático (factor de riesgo de la covid-19), los médicos recomendaron que recibiera la vacuna contra la covid-19. Además, el personal hospitalario determinó que era necesaria la intervención del Servicio de Trabajo Social.
El altercado dejó un total de siete detenidos, incluido uno de los aparentes líderes del movimiento antivacunas en el país, llamado Marco Morales Albertazzi, conocido solo como Marco Albertazzi. Por orden del Juzgado Penal de Heredia, él quedará bajo arresto en su casa, durante tres meses, con una tobillera electrónica.
Las otras seis personas, de apellidos Reyes Reyes, Corella Soto, Ramírez Varela, Brenes Chavarría, Villalobos Leitón y Ramírez Alfaro quedaron en libertad el viernes, con medidas cautelares como abstenerse de manifestarse en lugares públicos o acercarse al Hospital de Heredia.
El niño cuyo egreso era reclamado por los antivacunas ya fue dado de alta, luego de que el hospital le administrara la vacuna contra la covid-19 este sábado por la mañana, pese a que su mamá intentó salir corriendo con él para evitar que lo inyectaran.
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