Es falso que el uso prolongado de mascarillas pueda producir hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo), como se afirma en varias publicaciones que se comparten de forma masiva en redes sociales.
El virólogo Christian Marín explicó a La Nación que no existe ninguna prueba de que el uso de dicho implemento produzca dicha afectación médica.
“Un tapabocas es bastante abierto, los lados de la máscara no están sellados, lo que implica que más aire va a salir por los lados de la máscara que lo que pasará a través de ella, por las dinámicas de flujo de aire”, comentó Marín.
Según una de las informaciones falsas que se comparten: “Respirar una y otra vez aire exhalado se convierte en dióxido de carbono, por eso nos sentimos mareados. Esto intoxica al usuario y mucho más cuando debe movilizarse. Provoca malestar, pérdida de reflejos, pensamiento consciente, cansancio”.
Los mensajes erróneos también le recomiendan a las personas levantarse la mascarilla cada 10 minutos para evitar la supuesta condición, consejo que no es respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por el contrario, la OMS recomienda no tocar la mascarilla mientras se usa y en, caso de hacerlo, lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Estos mensajes falsos también circulan en otros países como España, Venezuela, Bolivia y Ecuador.
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