No es cierto que los oficiales de tránsito hayan recibido la orden de realizar más multas, como un mecanismo para compensar la caída en la recaudación del marchamo del 2021.
Dicha afirmación circula en chats de WhatsApp, pero el director de la Policía de Tránsito, German Marín, aclaró que se trata de una falsedad.
“Con la rebaja en el marchamo, la Policía de Tránsito tiene orden de aumentar el número de partes, para compensar la rebaja”, dice la primera parte del texto que circula en la aplicación de mensajería.
El resto del mensaje insta a los conductores a verificar que en el vehículo estén el extintor y las herramientas para cambio de llantas que por ley se deben portar.
La cadena empezó a circular este lunes 2 de octubre, día en que inició la recaudación del derecho de circulación para el 2021.
Para este año, los diputados redujeron el impuesto sobre la propiedad de vehículos entre un 15% y un 50%, para los autos que no superan los ¢15 millones.
Dicha rebaja implicará que el Gobierno recaude ¢60.000 millones menos de los ¢170.000 millones previstos originalmente por Hacienda.
Ese faltante deberá ser cubierto con otras fuentes de financiamiento, pero Marín calificó como “descabellada” e “ilógica” la idea de que el hueco se vaya a compensar con multas de tránsito, ya que el Gobierno no podría saber cuántas infracciones se cometerán en el futuro.
“Yo no tengo cómo saber cuántos conductores van a salir hoy sin Riteve, y no tengo cómo saber cuántos conductores no van a respetar la luz roja del semáforo. Es totalmente incongruente.
"No es que le vayamos a decir a la gente: ‘ahora sí, todo el mundo sáltese el semáforo porque ocupamos recuperar plata de que no se va a pagar con el marchamo’. No tiene lógica”, señaló Marín.
De acuerdo con el jefe policial, tampoco se ha girado ninguna orden para que los oficiales sean más estrictos y hagan más multas.
“Se guarda una línea de trabajo, no es que se les dice: ‘hoy salgan tranquilos, mañana vayan duro; hay que entrarle fuerte a noviembre y en diciembre tengan paz y amor’. No, no existe ese comportamiento”, aseveró Marín.
El jerarca señaló, además, que el dinero que se recauda por medio del marchamo tiene un destino establecido, que es distinto del que se financia con las multas de tránsito. Esos destinos, por normativa, no son intercambiables.
Por ley, la recaudación de las multas de tránsito se divide así: 23% va al Patronato Nacional de la Infancia (PANI); 5%, a la Cruz Roja; y 3%, al Ministerio de Justicia.
Si la infracción la sancionó un policía municipal, un 40% se le gira al gobierno local correspondiente. Si quien la emite es un oficial de Tránsito, el resto del dinero le queda al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
Las boletas que se realizan por infracción a la restricción vehicular sanitaria tienen un destino diferente, porque se depositan a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para la atención de la pandemia de covid-19.
En cambio, de los dineros que genera el marchamo en condiciones normales, se usa el 64% para financiar al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Otro 21,9% corresponde al Seguro Obligatorio de Automóviles (SOA) del Instituto Nacional de Seguros (INS), y un 5,7% corresponde al timbre del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi); mientras que el porcentaje restante son tasas menores a favor de otras entidades financieras.
Este año, los componentes son los mismos, pero su peso en el monto total del marchamo cambia. Por ejemplo, el impuesto a la propiedad de los vehículos baja a un 56% a causa de la rebaja aprobada por los diputados.
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