Es falso que la saturación de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) de los hospitales obedezca a efectos adversos provocados por la vacuna contra la covid-19 en adultos mayores, como lo afirma erróneamente un video que se comparte en Facebook.
El audiovisual, publicado por el perfil Ph D Allan Arburola Valverde, muestra a un sacerdote que habla desde un púlpito, mientras se le escucha decir que las inmunizaciones contra esta enfermedad “no son de Dios” porque, según él, matan a la gente.
“Se está diciendo que todas las camas de UCI están colmadas, pero lo que no han querido decir es que son los resultados de la vacuna contra los ancianos y las personas mayores que se han vacunado. Son los que están muriendo; esta es la verdad”, dice el hombre.
El supuesto cura también afirma que la vacuna “degenera el cerebro”, que contiene la mitad de un microchip, y que hace a las personas “permeables a cualquier epidemia”.
La identidad del supuesto sacerdote se desconoce. Al respecto, la Conferencia Episcopal de Costa Rica indicó que el cura no trabaja en ninguna diócesis del país.
“Las personas no deben darle crédito a este tipo de información no oficial”, indicó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al consultarle sobre la veracidad de las afirmaciones del supuesto cura.
En Costa Rica no se reporta, de momento, ninguna muerte atribuible a la vacuna contra la covid-19.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, hasta el 21 de abril, habían fallecido cuatro personas que tenían su inmunización completa. Esos casos se analizaron y en ninguno se determinó que la causa del deceso fuera la vacuna.
El 27 de abril, falleció un médico de 66 años que había completado su esquema de vacunación. Sin embargo, según la Caja, su deceso lo causó una infección bacteriana pulmonar, la cual complicó su enfermedad por covid-19.
Adicionalmente, una investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR) encontró que conforme avanza la vacunación (el 80% de los adultos mayores ya fueron inmunizados), se reducen los casos confirmados de personas adultas mayores.
A mediados de febrero, los mayores de 65 años representaban el 10% de las nuevos casos reportados. La semana anterior cayó al 6%, y se prevé que continúe bajando a menos del 4% para dentro de un mes.
Por el contrario, las autoridades sanitarias han informado que cada vez son más las personas jóvenes que enferman gravemente de covid-19, al punto que requieren internamiento y cuidados intensivos.
El gerente médico de la Caja, Mario Ruiz, se refirió al tema en conferencia de prensa, el sábado 24 de abril.
“Inicialmente las personas que estaban hospitalizadas eran principalmente personas de entre 70, 80 o mayores. Pero, por ejemplo, en el Ceaco, donde se tienen 88 camas, el promedio de edad al día de hoy, de pacientes internados, es entre 59 y 60 años.
“Tenemos pacientes desde 30 años, hasta los 91 años internados en el Ceaco”, aseveró el gerente médico.
Este perfil de pacientes está abarrotando los hospitales, hasta el punto de dejar a varios centros médicos sin recursos. Por ejemplo, el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia informó, este miércoles por la tarde, de que solo le quedaban seis camas libres.
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“No señores y señoras, ya no es una enfermedad de `viejitos’”, alertó en una publicación de Facebook el Hospital México, que tiene inter un muchacho de 19 años internado en UCI.
Iglesia apoya vacunación contra covid-19
Según la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), el supuesto sacerdote que aparece en el video que circula en Facebook no es identificado por ninguna diócesis del país.
Es decir, no se trata de “una autoridad de la Iglesia Católica”, como lo afirmó erróneamente el usuario que compartió el video.
Un comunicado emitido por la Cecor, demuestra que la Iglesia Católica no está en desacuerdo con la inmunización contra la covid-19.
Por el contrario, la Iglesia cataloga la vacunación como un “compromiso social y moral”.
“Estamos llamados a aplicarnos la vacuna, como lo explicó el pasado 21 de diciembre la Congregación para la Doctrina de la Fe: ‘la moralidad de la vacunación depende no sólo del deber de proteger la propia salud, sino también del deber de perseguir el bien común. Bien que, a falta de otros medios para detener o incluso prevenir la epidemia, puede hacer recomendable la vacunación, especialmente para proteger a los más débiles y más expuestos’.
“Por consiguiente, desde nuestra fe cristiana, vacunarse es una responsabilidad moral y una exigencia de caridad”, afirma el comunicado.
Fuentes consultadas
-Ministerio de Salud: Dolor de cabeza, en el brazo y fiebre continúan siendo los efectos secundarios más frecuentes de la vacunación contra COVID-19
-CCSS: Conferencia de prensa del sábado 24 de abril
-Consulta a Lisandra Chaves, encargada de comunicación de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
-Conferencia Episcopal de Costa Rica: Compromiso para cuidar la salud sobre la vacunación contra COVID-19
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