Circula en grupos de WhatsApp y canales de Telegram un video que muestra la apertura de un cerebro, perteneciente, supuestamente, a una persona que falleció luego de vacunarse contra la covid-19. En las imágenes, se observa cómo un par de manos con guantes de látex seccionan el órgano en dos, con un corte horizontal. Cuando se retira la mitad superior del cerebro, se observan adentro grandes bultos de color negro.
El video se ha difundido en múltiples países, impulsado por grupos y usuarios antivacunas que lo utilizan como supuesta prueba de los daños irreparables que, según ellos, causan las inmunizaciones. En Costa Rica, lo compartió con sus más de 2.300 suscriptores el canal de Telegram ‘Resistencia Johnny Schmidt’, con la descripción “Apertura de cerebro en autopsia de vacunado”.
Tal versión es totalmente falsa y fabricada: el mismo video circula en Internet desde hace más de tres años. Es decir, precede a la pandemia de covid-19 y, por lo tanto, existe desde mucho antes de que se desarrollara una vacuna contra dicha enfermedad.
Una búsqueda inversa en Google, a partir de fotogramas del video, revela que la grabación la compartió, por ejemplo, la cuenta de Twitter @Nat_anest en octubre del 2019, con una descripción en ruso que habla sobre hemorragias intracerebrales.
На долю внутримозговых кровоизлияний приходится , к сожалению, примерно 80% геморрагических инсультов и 10-15% от всех инсультов. Это состояние с высокой летальностью и тяжёлой инвалидизацией. В мозге примерно следующая картина- сгустки крови в паренхиме мозга и желудочках pic.twitter.com/SXEOR3ZONq
— do not resuscitate (@Nat_anest) October 29, 2019
También en octubre del 2019, múltiples usuarios postearon el mismo video en el foro Reddit.
El medio de verificación español Maldita confirmó la presencia de la misma grabación en Internet en una fecha previa (el 18 de setimbre del 2019), en una cuenta de Instagram dedicada a publicar contenido sobre anatomía humana.
Los primeros casos de covid-19, en tanto, fueron detectados hasta el 31 de diciembre del 2019, cuando la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, China, notificó a los medios de comunicación sobre “un conglomerado de casos de neumonía”, que fueron causados por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, según se determinó posteriormente.
Los movimientos antivacunas reflotaron el contenido con una versión falsa de los hechos. En España y México, por ejemplo, aseguraron que los coágulos se formaron a causa del grafeno que, según ellos, contienen las inyecciones, aunque dicho compuesto no está presente en las inmunizaciones.
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