La fotógrafa costarricense Ileana Arauz viajó a la zona sur de Costa Rica con el propósito de verificar su tesis de que la etnia indígena guaymí defendía sus raíces culturales a toda costa.
El panorama que encontró a su llegada la obligó a cambiar el tema de la investigación que desarrollaba para optar por su licenciatura en fotografía, en la Universidad Véritas.
“Después de caminar cinco horas entre la montaña y cruzar el río con el agua hasta el cuello, llegué a un albergue donde todos estaban viendo un partido de la Sele ”, narró la fotógrafa.
Arauz es ahora licenciada en fotografía y el trabajo que le valió su título es un ensayo fotográfico documental sobre la etnia indígena guaymí.
La investigación gráfica comprende 33 imágenes en las que Arauz comprueba cómo las influencias externas han ido transformando las raíces culturales de estos indígenas.
El nombre de esta etnia en lengua guaymí es ngöbes y actualmente están distribuidos en cinco territorios en la zona sur de Costa Rica.
“Podemos afirmar que estas comunidades atraviesan por un proceso de redefinición cultural. Quiere decir que sus tradiciones conviven con prácticas provenienentes de otras culturas”, señaló Arauz.
Futbol y Bob Esponja. Mediante el retrato y la fotografía documental, Arauz pudo capturar imágenes representativas de esa fusión cultural.
Según la fotógrafa, esa influencia es particularmente evidente en cuatro aspectos: vida familiar, patrones de consumo en niños y jóvenes, vestimenta y comercialización de productos.
Ella nunca imaginó hallar televisores, radios y teléfonos celulares con buena señal en lo más recóndito de la montaña.
“Son muy pocas las casas que tienen electricidad y agua potable. Lo que hacen para obtener energía es usar paneles solares en los techos”, comentó Arauz.
Y, aunque en muchas casas lo que hay es un fogón para cocinar, la energía solar se aprovecha para hacer funcionar aparatos eléctricos tan importantes como los televisores y ver los partidos de futbol.
Es común ver a hombres y mujeres con camisetas y accesorios alusivos a equipos de futbol.
“En una casa había una muchacha pilando arroz, vestida con su traje tradicional y con un collar delos que ellos usan, pero con el escudo de la Liga”, relató la fotógrafa.
La investigadora comprobó cómo las mujeres jóvenes preferían vestir pantalón de mezclilla, camisetas y tenis cuando salían de sus comunidades.
“Hay un sentimiento de querer la aceptación de otros al imitar costumbres ajenas. Cuando salen de la reserva, muchos prefieren hablar en español para no ser objeto de burlas”, agregó Arauz.
Dentro del núcleo familiar las tradiciones guaymíes corren mejor suerte. Sin embargo, las nuevas generaciones son muy permeables a la influencia externa, especialmente los niños.
“Cuando están en la casa, losmiembros de una familia hablan entre sí en ngöbe , pero los niños mezclan su idioma con el español e incluso el inglés”.
La fotógrafa recuerda la anécdota de un niño que se lamentaba por haberse perdido el programa de Bob Esponja.
Zona de paso. La fotógrafa cree que la fuerte influencia que tienen los indígenas guaymíes de prácticas ajenas a su cultura se debe a su ubicación.
“Sus poblados están muy cerca de la frontera con Panamá. Es zona de paso de mercadería y de muchos turistas”, afirmó la reportera gráfica.
Por ejemplo, la comunidad que está cerca de Corcovado tiene un albergue que es punto de tránsito de mucho turismo.
“Los indígenas venden ahí sus artesanías y los precios son en dólares”, afirmó Arauz.
Con este trabajo de investigación, Arauz se convirtió en la primera egresada de la única licenciatura en fotografía que existe en Costa Rica.