Me refiero a la nota del 21 de setiembre del 2006 titulada “Posible desalojo amenaza a residencial en Nicoya”.
No es cierto, como indica el director de Salud, Mauricio Ramírez, que “cuando el residencial se construyó dejaron que las aguas residuales se depositaran en la vía pública”. Las viviendas se edificaron de acuerdo con las especificaciones aprobadas por el BANHVI y las aguas residuales iban todas al tanque séptico. Las familias del proyecto desviaron las aguas a los caños por cuenta propia y así quedó demostrado en los informes del Banco Hipotecario de la Vivienda.
Es incorrecta la afirmación de Carlos Fernando Arguedas sobre el estudio de suelos: en efecto se realizó un estudio de suelo y se encuentra en el BANHVI. Y la empresa acató todas las disposiciones.
La compañía constructora realizó todas las reparaciones que le competen y que fueron solicitadas por la Mutual Alajuela. No es responsabilidad de la empresa que las familias hagan mal uso de su sistema sanitario, por lo que se nos hace imposible aceptar cuestionamientos que no nos corresponde.