Durante las ultimas semanas, los que circulamos por el centro de la capital hemos sido víctimas de los trabajos de canalización eléctrica subterránea que varias empresas nacionales efectúan para la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL). Este proyecto es un paso más, para embellecer la ciudad y para aportar un grano de arena en la carrera por salir del subdesarrollo. Lastimosamente, las técnicas utilizadas por esas empresas y apoyadas por la CNFL siguen siendo del más elevado subdesarrollo posible.
Si los que no somos expertos en técnicas de instalación subterránea, no nos quedamos atónitos por las empleadas por nuestros contratistas es porque son las mismas que nuestros antepasados usaron durante siglos. Por otro lado, los que sí son expertos en instalaciones subterráneas en el ámbito mundial han desarrollado sistemas para no demoler calles y aceras. Aún más, estas nuevas técnicas son tan utilizadas que hay países mucho más subdesarrollados y con índices de analfabetismo mucho más elevados que Costa Rica que han promulgado legislación para que este tipo de obras se construyan con técnicas “sin zanjas”. Esta es una labor que exige un poco de ingeniosidad de los ingenieros, a quienes usualmente se les contrata para que ingenien.
A tenor del desarrollo. De alguna forma debemos crear conciencia en el sector de los servicios públicos, para que la construcción del desarrollo sea mediante técnicas propias del desarrollo. Esto significaría que en los contratos de construcción de servicios públicos se exija utilizar sistemas que no dañen lo que tanto ha costado erigir y que no causen tantas molestias a los usuarios de las calles y aceras de la ciudad.
Imaginen qué bonito hubiera sido si se nos hubiera instalado toda la red eléctrica subterránea de San José sin causar tanta destrucción, que se cambien tuberías de agua sin tener que romper la cubierta asfáltica que se acaba de reparar o que la nueva red de fibra óptica, tan necesaria, se realice sin darse uno cuenta. De la misma forma, estoy seguro de que, si la cantidad de trabajo de rehacer lo destruido fuera menor, los costos de construcción de dichas obras sería proporcionalmente menor.
Señores a cargo de estas obras: sigan adelante con los trabajos de construcción de nuevos y mejores servicios públicos, pero, por favor, utilicen técnicas más modernas y dignas de un país en vías de desarrollo en el siglo XXI.
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