En la dirección de muchas empresas nacionales e internacionales se hace evidente un fuerte cambio generacional, a cargo de jóvenes profesionales, muchos formados en universidades de gran categoría. Su impacto se siente tanto en el ámbito de los negocios como en toda la sociedad, por su nueva manera de ver el mundo. A esta generación toca, en parte, la grave responsabilidad de dirigir el futuro de Costa Rica.
Las escuelas de negocios o las maestrías en administración de empresas, sin embargo, tienen urgencia de que sus alumnos tengan bases éticas sólidas. Estos programas se están reforzando para ofrecer un estudio compacto del tema. La concepción de que el empresario no es solo un gerente, sino un líder en su comunidad, está aflorando con gran fuerza. La empresa tiene responsabilidades laborales, gerenciales, pero también nacionales, que implican la participación en la política y en el servicio público, de allí la importancia de tener sólidas bases éticas y fundamentos morales para no confundir responsabilidades.
Visión y ética. Hoy, la participación política es una urgente necesidad nacional, pues se requieren mujeres y hombres líderes que se ocupen del cambio, con visión de servicio, sólida formación ética y... que sean ¡expertos en humanidad!
Hace unos años, con motivo del terremoto de El Salvador, las empresas nacionales lograron construir y donar en poco tiempo 150 casas, llave en mano, cuidando todos los detalles en beneficio de familias damnificadas. La Cámara de Industrias, sus asociados y amigos ejecutaron este proyecto de calidad. Una pequeña muestra de que es posible hacer el cambio con calidad.
Servicio con participación. La actividad política requiere personas con capacidad de servicio, inmensa paciencia y la actitud de entender las profundas necesidades de la gente y sus consecuentes grietas espirituales.
“El declive de las ideologías va acompañado de una crisis de las formaciones partidistas, que impulsa a comprender de modo nuevo la representación política y el papel de las instituciones. Es necesario redescubrir el sentido de la participación, implicando su mayor medida a los ciudadanos en la búsqueda de vías oportunas para avanzar hacia una realización del bien común cada vez más satisfactorio”, Juan Pablo II (Discurso Jubileo de los Políticos 3/11/00). Además, se necesita profundo conocimiento de la historia del país y su entorno, pues sin ello no hay cambio bien dirigido.
Los retos políticos requieren coherencia. Necesitan un enfoque integral, humanista y conocedor de lo que es la persona. Este podría ser el paso hacia una nueva política social con enfoque de familia y promoción de la mujer como ejes de esta nueva visión generacional.