Opinión

Canibalismo político en el PLN

El PLN es hoy simplemente una maquinaria electoral, en que el objetivo de las diferentes tendencias es el dominio de la estructura partidaria para colocar en cargos de elección popular a sus allegados

Las convenciones internas de los partidos políticos en vez de ser escenarios donde predominen las ideas y propuestas para solucionar los problemas del país, son, por lo general, contiendas feroces en las que predominan los ataques y descalificaciones personales entre los contendientes, lo que, lejos de cohesionarlos y fortalecerlos, acaba fracturándolos y debilitándolos.

El Partido Liberación Nacional (PLN) fue el primero que instauró las convenciones abiertas para democratizar la escogencia de su candidato presidencial, pero esos procesos poco a poco se fueron convirtiendo en verdaderas luchas fratricidas, en las que los protagonistas recurren al ataque artero y desleal, al canibalismo político que ya hace muchos años señalaba Luis Alberto Monge.

El canibalismo partidario es un síntoma de la pérdida o confusión de los valores ideológicos concretos y claros que sustentaron la propuesta original del PLN y del predominio, hoy, del electoralismo y de las luchas intestinas por el poder político.

La ausencia de ideas aglutinantes genera en los partidos políticos relaciones conflictivas y prácticas desleales que los perjudican, a la vez que degradan el ejercicio de la política y afectan la democracia.

Al no existir más un proyecto común que prevalezca sobre los personalismos y desavenencias de sus principales líderes, que los unifique y armonice, el PLN es hoy simplemente una maquinaria electoral, en que el objetivo de las diferentes facciones o tendencias es el dominio de la estructura partidaria para colocar en cargos de elección popular a sus allegados.

El Partido Liberación Nacional fue el primero que instauró las convenciones abiertas para democratizar la escogencia de su candidato presidencial. Foto: Archivo / Carlos Borbón (CARLOS BORBON )

La preponderancia del uso de las malas artes en los procesos democráticos internos crea obstáculos para la reconciliación, genera exclusiones y ha contribuido al debilitamiento de esta agrupación política.

El canibalismo es una práctica generalizada en todos los niveles de la estructura liberacionista que, en no pocas ocasiones, ha sido la causa de cismas y escisiones, experiencias traumáticas que le han ocasionado rotundos fracasos electorales y de las que pareciera no haber asimilado ninguna lección ni escarmiento.

En recientes declaraciones de algunos de los aspirantes a la candidatura presidencial del PLN para el proceso electoral del 2026, en los actos de las respectivas inscripciones y posteriormente, se ha evidenciado la inconveniente propensión a descalificar al contendiente, al cuestionar la militancia de uno de ellos, el que, dicho sea de paso, aporta aires frescos al proceso convencional y a la política nacional.

La utilización de troles en redes sociales con el mismo fin no contribuye a la necesaria armonía y al desarrollo de un proceso que debe privilegiar el debate de ideas y propuestas y el análisis de las cualidades personales de los aspirantes.

Es necesario que la suspicacia y la animadversión, presentes en este tipo de eventos, desaparezcan y, en su lugar, imperen la confianza y el compañerismo, ya que, de lo contrario, se repetirán las experiencias negativas de anteriores convenciones verdiblancas.

Asimismo, sus líderes y las instancias formales deben realizar un esfuerzo por definir una propuesta consensuada que cohesione las diversas corrientes internas, y un trabajo de conciliación para evitar que en la precampaña predominen las descalificaciones personales entre los contendientes. De lo contario, el PLN no tendrá oportunidad de un buen desempeño en las próximas elecciones.

luisparisc@yahoo.com

El autor es exembajador.

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