El fin de semana del 12 al 15 de febrero visité con un grupo de amigos bahía Drake para hacer patria, como dice el ministro de Turismo. En uno de los caminos vi un rótulo que advertía: «Ya está en el paraíso, no corra», y de verdad que es el paraíso, por la tranquilidad que se respira, la flora y fauna hermosas y exuberantes, gente amigable y de buen trato.
Por formación y curiosidad tiendo a leer cuanto rótulo veo, para no violar las reglas y atender las alertas. Un compañero entró a bañarse al mar, en San Pedrillo, y yo lo imité para refrescarme. Me sumergí un poco, pero como olía a pescado, decidí salir del agua.
Un guía, por uno de los senderos, empezó a gesticular, pero yo no le entendía. Me preguntó que quién me había dado permiso de ingresar al agua. Sorprendido, le respondí que nadie y que no había letrero alguno que lo indicara.
Señaló algo que parecía ser una roca. Era un cocodrilo que venía hacia mí. Medía cerca de dos metros y, al parecer, es de los pequeños, porque rondaba otro más grande. Primero, sentí miedo y, después, indignación, porque los guardaparques están muy atentos para impedir que la gente vaya por determinados senderos, mas no para colocar un aviso sobre la presencia de estos animales.
Wilberth Zumbado Ramírez, San José
Irrespeto legislativo
Algunos diputados trataron de convertir el sagrado recinto de la Asamblea Legislativa en una gradería sur, el miércoles 10 de febrero. El diputado Dragos Dolanescu, en su afán de ridiculizar al presidente, enseñó un papel con una clave telefónica que, según dijo luego, fue inventada por él a manera de chota, lo que representa una gran falta de respeto para el más alto funcionario de la República, a quien todos debemos respetar y considerar por haberse hecho cargo de gobernar un país que está casi en quiebra por causa de los grupos de oposición y sindicatos, que solo luchan por sus intereses.
El presidente se ha portado valiente, honesto y respetuoso, y busca el bienestar para todos. De mi parte, yo lo felicito y le digo que siga adelante, pues el país y la gente honesta le reconocemos su gestión.
German Mora Ramírez, Heredia
Cobro constante
Estoy harto y desesperado porque del 10 al 15 de cada mes Kölbi, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), me envía mensajes de cobro a cada rato, aunque sabe que pago a fin de mes con el salario o la pensión. Es una mortificación estar recibiendo constantemente un mensaje que dice que faltan 15 días para que termine el mes. La presión es irresistible.
Martín Marín Hernández, Heredia
Bicimotos y normas
Las bicimotos sí están reguladas. Al igual que los motociclistas y ciclistas, quienes conduzcan una bicimoto deben usar chaleco reflectante y casco. A partir de los 81 centímetros cúbicos, el vehículo debe tener placa y comprobante de Riteve. Que los oficiales de tránsito no hagan cumplir la ley es otra cosa, como se ve en el bulevar de la avenida 4, donde circulan sin casco y sin chaleco por la ciclovía, delante de los oficiales.
En las zonas costeras, las bicimotos son el medio de transporte de trabajadores bananeros, piñeros, etc., porque los autobuses son escasos y los horarios, reducidos. En ciertas comunidades el bus hace solo dos viajes al día.
Pretender cobrarles impuestos exigiendo placa y revisión vehicular es absurdo e injusto y solo tiene como fin encarecer la vida a los peones agrícolas. La placa no otorga ninguna protección contra un accidente.
Jorge Bernal Villalta Mora, San Francisco de Dos Ríos
Pago de peaje
Ojalá en el fideicomiso de la ruta uno no yerren al poner en operación el cobro electrónico en los peajes. Debe aprovecharse que ya existe uno, como en la ruta 27, así no será necesario un pass para cada tipo de carretera.
Luis F. Van der Laat, San José
Juzgadores en redes
Mauricio Murillo («Cartas», 16/2/21) da en el blanco al citar a la sociedad que juzga todo sin base alguna y no señala nunca lo bueno. Muchas veces he querido retirarme de Facebook por la cantidad de odio que destilan personas que tratan todo con un lenguaje futbolero, la mar de las veces con imperdonables errores idiomáticos.
En el Diccionario de la lengua española se encuentra la palabra zoilo, sustentada en ese sofista, crítico de Homero, Platón e Isócrates: «Crítico presumido y maligno censurador o murmurador de las obras ajenas». Igualmente, registra el cultismo aristarco, como crítico de la Antigüedad: «Crítico entendido, pero excesivamente severo». Somos unos zoilos o aristarcos pura vida.
Rigoberto Guadamuz Monge, Desamparados