El 21 de enero fui con un amigo a PriceSmart contiguo a Terramall. Anduvimos tranquilos, pues suponía que es un lugar vigilado por cámaras y grabadoras internas. Hice una llamada a mi casa y continué en mis compras. Al subir al auto, había desaparecido mi celular.
Lo busqué minuciosamente y regresé a PriceSmart, donde pregunté si podían mostrarme el video para observar cómo desapareció mi teléfono. No hubo manera, me pusieron muchas trabas.
Al día siguiente, lo denuncié ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y no me han notificado nada.
William Parada Reyes, San José
Regla absurda
Me dispuse a ir de paseo un día entre semana en diciembre. Debía aprovechar que en ruta pasaba por Grecia para dejar unos documentos en la Fábrica Nacional de Licores (Fanal). Yo vestía pantalón corto, camiseta de mangas cortas y tenis, pero para mi sorpresa no me dejaron entrar porque existe una normativa sobre el ingreso de particulares a la institución, en la cual dice el punto 3, textualmente: “No se permite el ingreso en camiseta sin manga, shorts, gorras, sombreros, sandalias, pantaloneta, anteojos de sol y ropa sucia”.
Lo anterior es aceptable si yo voy a una reunión, a los laboratorios u otro departamento de producción, pero para dejar unos documentos me parece ridículo imponer una regla sin fundamento técnico.
Hans Gutiérrez Artavia, La Trinidad de Moravia
Belleza en el jardín
Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. En nuestro país, fértil por naturaleza, es un privilegio tener un jardín para recrearse con el verde y los colores de las flores. Algunos ejemplos: las palmeras de tallo rojo encendido crecen exuberantes en la playas, en lugares húmedos con altas temperaturas; sus ramas verdes perico adheridas a su festivo tallo colorado contrastan con las debiluchas y escasas cultivadas en la Meseta Central; los anturios, con su único pétalo brillante y su pistilo amarillo, prosperan sembrados en la sombra, con luz indirecta.
Las rosas, las flores más populares, representan el amor; hay muchas variedades y necesitan la luz directa del sol; fueron muy apreciadas por los griegos: con ellas tejían coronas, adornaban los banquetes y honraban a los muertos; además, su imagen aparecía tallada en las monedas.
Las veraneras o buganvilias, expuestas al sol, se cubren de flores hasta esconder sus hojas; engalanan cercas, tapias y macetas. Pero lo más importante del jardín son los hambrientos visitantes, picaflores o colibríes, las mariposas de colores y las abejas.
Cecilia Prestinary Montero, San José
Día de la mujer
Agregando a lo ya publicado por este diario, podemos decir que la historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos sucedidos en esa fecha en 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio causado por las bombas incendiarías, que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro donde protestaban por las infames condiciones de trabajo que padecían.
Gustavo Halsband, San José
Urge el empleo
La Unión de Cámaras organizó un Congreso Nacional de la Empresa Privada donde se produjo un debate entre el economista Gerardo Corrales y la ministra coordinadora del Consejo Económico, Edna Camacho. El primero se refirió a la meta de descarbonizar la economía para el 2050 y cuestionó que es más importante resolver el problema del desempleo.
En el 2050 muchos de nosotros ya no estaremos para comprobar si el plan de descarbonización tuvo algún éxito.
Destacados científicos nacionales e internacionales creen que tanto el auto eléctrico como la utilización del hidrógeno para los vehículos son mucho más caros, ineficientes e ineficaces. Mientras las tasas de desempleo y pobreza siguen creciendo, como dijo Gerardo a Edna, “al gobierno no se le ha visto ni la mitad de impulso del plan de descarbonización en su intento de reactivar la economía”.
El futuro para los jóvenes, y los que no lo son también, no solo es incierto, sino hasta tenebroso en cuanto a oportunidades de trabajo.
Leonel Fonseca Cubillo, Pavas
Contratos privados
Constantemente, vemos programas de televisión donde educan a la población para no desperdiciar el agua y utilizarla racionalmente, lo cual me parece excelente. Sin embargo, también vemos quejas por fugas. Dice el AyA que necesita 350 empleados adicionales para solventar el problema. Considero que es más conveniente para la institución sacar a concurso contratos para pequeñas empresas que se encarguen de esta labor y que el AyA las supervise. Sería más barato y más eficaz.
Gerardo Acosta, San José