Verónica Saborío Acevedo, San José

Lujo innecesario

Para celebrar el bicentenario de la independencia, se planea realizar un conjunto de actividades cuyo costo se calcula en ¢2.400 millones. Si el monto es correcto, sería un despilfarro de dinero público en un momento cuando el país necesita mucho orden y austeridad en el manejo de las finanzas.

Sería una irresponsabilidad gastar esa millonada en pomposos actos que pueden realizarse sencillos, como en años anteriores. Un gasto presupuestario de esta magnitud estoy seguro de que no es apoyado por los costarricenses, porque el país sufre una seria crisis múltiple en distintos campos: sanitario, económico, fiscal, social, de desempleo, violencia y criminalidad. Pesa sobre nuestra economía un alto déficit presupuestario y una creciente deuda pública, aspectos que ignora el Poder Ejecutivo al celebrar los 200 años de esa manera.

Es necesario una dosis de sensatez y sentido común a la hora de pensar en estas celebraciones. La mejor fiesta patria en este aniversario es no despilfarrar dinero del Estado, que aportamos los ciudadanos con nuestros impuestos.

Ramiro H. Jiménez Rodríguez, Moravia

Acción policial

Los vecinos de Cartago sufrimos a diario los embates de la delincuencia, que se ha vuelto incontrolable. Hay patrullas, pero con daños fáciles y baratos de reparar, por ejemplo llantas en mal estado, un repuesto fácil de reemplazar, pero al ministro Michael Soto le falta interés para hallar una solución al problema local.

Es necesario señalar que, según mi criterio, el alcalde Mario Redondo es una persona proactiva y debe recordar que fue elegido por personas de la comunidad y está en el deber de dar protección y exigir a Soto los recursos necesarios para hacer frente a la delincuencia.

Fernando Cordero Alvarado, Cartago

Cambio con facilidad

Es realmente sorprendente lo volubles que son los diputados, con qué facilidad cambian de criterio, basta con que un grupúsculo con algún poder de convencimiento les hable, y ellos prestos escuchan todo reclamo o sugerencia en beneficio de estos, sin importarles si sus decisiones son en detrimento del país.

¿Acaso son tan débiles de carácter que no pueden sostener su posición hasta el final del debate para la aprobación de una ley? ¿No tienen criterio propio y son como veletas, que se mueven al vaivén de quien les sople?

Es nefasto que cinco diputados, a última hora, decidieran sacar a las universidades de la ley de empleo público para que los sublimes profesores continúen en el olimpo.

Guillermo Ramírez Garay, San José

Mitos en las redes

Circulan en las redes sociales una serie de noticias falsas sobre los efectos de la vacuna contra la covid-19, las cuales deben atacar la Caja Costarricense de Seguro Social y la Comisión Nacional de Vacunación mediante una campaña de información para explicar las ventajas y las conquistas históricas de las inoculaciones.

Un supuesto cambio en nuestro código genético y efectos secundarios graves, como el síndrome de Guillain-Barré, son parte de la desinformación. Lo más perjudicial es que muchas personas aceptan los datos como ciertos y se resisten a vacunarse, aunque estén en grupos de alto riesgo.

Se habla de cosas como la incorporación de un microchip asociado al número de la bestia, que permitiría rastrearnos. La literatura científica documenta la erradicación de enfermedades letales o la reducción eficaz por medio de las vacunas. Estas han protegido a la humanidad de una serie de enfermedades.

Las vacunas son uno de los procedimientos de mayor éxito de la medicina contemporánea, por lo que es necesario ofrecer conocimientos prácticos a la población a través de artículos didácticos en fuentes confiables.

José Rugama Hernández, San José