La Contraloría General de la República rehúye sus responsabilidades. Dice que no le corresponde responder a la consulta de la CCSS sobre los aumentos de entre ¢7.500 y ¢8.500 a la base de los salarios de sus 63.000 funcionarios porque se refiere a decisiones ya tomadas por la administración.
La consulta es una bandeja de plata en que la Caja le brinda a la Contraloría la brillante oportunidad de ejercer sus funciones constitucionales. La Contraloría es guardiana de la Hacienda pública, y el país espera que lo demuestre. Pero irresponsablemente se niega a hacerlo.
Los aumentos acordados por la Junta Directiva de la CCSS son inconstitucionales; son un asalto a los recursos públicos. Una acción de inconstitucionalidad al respecto fue presentada por un ciudadano el 20 de octubre. Era de esperarse que, como indica la ley, en la primera resolución, la Sala Constitucional ordenara suspender la aplicación del acuerdo. Sin embargo, a esta fecha, tal resolución no se ha dictado. Mientras tanto, un gerente emplaza a la Junta Directiva a decidir si revierte el alza salarial antes del 21 de este mes; de lo contrario, hará efectivo el pago.
Solamente el aumento retroactivo correspondiente a los años 2020, 2021 y 2022 costará al país la suma de ¢29.000 millones. La gravedad y urgencia del asunto debería motivar a la Sala IV a dar curso a la acción.
Galo Vicente Guerra Cobo, Aranjuez
Negocios en la mira
En estos días, las noticias se han centrado en los maltratos y las contrataciones ilegales de migrantes y menores de edad en la tienda SYR, pero no es el único problema. Negocios de costarricenses deberían ser investigados por las autoridades. En zonas residenciales y barrios, talleres mecánicos e industriales podrían no estar pagando las cuotas al Seguro Social e incluso evadiendo el impuesto sobre la renta. Insto a las autoridades municipales a investigar.
Carlos E. Aguilar Segura, Escazú
Ineficiencia ministerial
Juan Carlos Calderón Hernández, encargado de Operaciones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), tiene sobrada razón cuando manifiesta que la institución carece de gestion preventiva, pues debe actuar cuando ya ocurrió alguna tragedia, como por ejemplo la de Cambronero.
En otras palabras, deben morir personas para medio remediar el problema que ocasiona los fallecimientos. Puedo asegurar que es el ministerio más ineficiente, si se toma en cuenta que todos los trabajos los dan por contrato y por montos millonarios, y los responsables dejan a medio terminar las obras por falta de supervisión.
El colmo es que para tapar dos huecos a escasos 200 metros al oeste de las oficinas centrales, en plaza Víquez, debió mediar la queja de los conductores y hasta meses después hicieron el bacheo.
Fernando Cordero Alvarado, Desamparados
Agradecimiento
Agradezco en la Clínica Dr. Clorito Picado a la técnica en audiometría Marjorie Meléndez Lobo y al Dr. Mario Ulate, asistente especialista en otorrinolaringología. En la Clínica Rodrigo Fournier Guevara y Coopesaín R. L., al Dr. Rodrigo Madrigal, a la recepcionista Yolanda Salazar, a la Dra. Vilma Malespín, directora de Enfermería, y al enfermero Julián Mena por su profesionalismo, mística, entrega y dedicación en la atención de los requerimientos de salud de mi madre, adulta mayor de 96 años.
Resalto la atención inmediata y felicito a las autoridades de esos centros médicos por la buena gestión administrativa en la atención del adulto mayor que, en el caso de mi madre, fue excelente, oportuna y para el mejoramiento de su salud y calidad de vida. Por supuesto, mi agradecimiento a nuestra Caja Costarricense de Seguro Social.
Ana Cecilia Vega Campos, Tibás
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