Continuamos con la mala gestión de las cooperativas. En noviembre pasado, me presenté a CoopeAnde para eliminar el cobro de un seguro de la tarjeta de crédito. La funcionaria que me atendió me dijo que la gestión fue hecha y me entregó un papelito con el número de caso. No me envió un correo aportando el número de la gestión y no mencionó que debía llamar a la aseguradora para la cancelación.
Lo cierto es que la ineficiencia de la cooperativa recae sobre el cliente, porque el cobro no se ha detenido. Y así pueden pasar años en que el cliente sigue pagando por servicios que no necesita.
Humberto Espinoza Fonseca, Tejar de El Guarco, Cartago
Pollo en mal estado
Compré una bandeja de pollo en PriceSmart. Al abrirla, luego de llegar a la casa, me di cuenta de que el producto estaba malo, pese a que tenía fecha de empaque del mismo día. Llamé, con una intención más que todo preventiva, para que revisaran el resto de los pollos que tenían para la venta, pero quien respondió se puso a la defensiva, intentando echarme la culpa a mí por supuesto mal manejo.
Sin embargo, solo pasaron 25 minutos en el viaje desde el local adonde hice la compra hasta mi casa y, además, el pollo iba dentro de una hielera. Finalmente, me ofrecieron cambiar el producto o devolverme el dinero, pero tenía que ir al local. El costo del transporte y de mi tiempo superan el valor del pollo, por lo que no fue posible. Resultado: no volveré a comprar ningún tipo de carne en dicho negocio.
Virginia Arguedas Víquez, Goicoechea
Desprestigio para democracia tica
Como ciudadanos honestos, formados y comprometidos con la democracia, nos sentimos avergonzados y decepcionados de tener gobiernos incapaces e ignorantes que están poniendo en entredicho el prestigio de nuestra democracia. Esto, al no saber distinguir entre un gobierno totalitario y autocrático como el de Rusia, y un gobierno demócrata como el de Ucrania, que lucha por la paz y la libertad de su pueblo, y sufre desde hace tres años el cruel flagelo de la guerra.
Álvaro Ed. Vallejo Fuentes, Heredia
De hablar chabacano
Rodrigo Chaves, quien por desconocimiento de muchos resultó electo presidente de la República, suele darse a la tarea de ofender y burlarse en público de diputados, exministros, periodistas y todos los que se atrevan a cuestionar o refutar lo que él cree que es verdad absoluta.
Lo singular del asunto es que pretende pasarse de gracioso utilizando un hablar chabacano, muy lejos del que utilizaría un honorable y distinguido jefe de Estado. Además del pachuquismo y la falta de seriedad y de respeto, con sus bravocunadas produce vergüenza ajena, al tiempo que promueve el odio y el resentimiento en la sociedad, que luego se traducen en peleas y discusiones con resultados nefastos.
Sería prudente que, al menos en el último año que le queda para terminar su gobierno, busque la forma de congraciarse con quienes se equivocaron al elegirlo, ocupándose de realizar sin distracciones ni demoras las tareas que demanda su investidura.
José Rolando Corrales Orozco, Moravia
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