Cartas

Los buenos ahora son los malos

Nuestros lectores nos han enviado cartas sobre Coopeservidores, los plásticos, el narcisismo y el hospital de Cartago.

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A las familias que ahorramos de una u otra forma nos dividen entre el banco bueno, aquellos cuyos depósitos o créditos se salvan en esta guerra inmoral causada por los directivos que llevaron al desastre, como en el caso de Coopeservidores, y el banco malo, donde los asociados y, en especial, sus inversiones, están condenados, sin que se pueda hacer nada. Es como un cementerio de soldados desconocidos, sin resurrección; es decir, quienes pagaron mes a mes su cuota de asociados ahora pasan a ser los malos y se les coloca en una sola lápida: el banco malo.








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