Todos los años, escuchamos a ciudadanos que, entre lágrimas, piden ayuda con esta frase: “No nos quedó nada”, luego de incendios que arrasan casas humildes producto del esfuerzo de años y años.
Y, cuando lo pierden todo, no hay respaldo para solucionar sus tragedias. Pienso en un seguro de ¢1.000, tomado de los cobros de servicios eléctricos de las clases medias, y de ¢5.000, de las clases más pudientes. Es decir, armar un capital/seguro solo para atender casos por incendios de viviendas cuyo valor sea menor a los ¢50 millones. Quedarse sin nada, empezar de cero, llorar sin que se les escuche, merece una solución dentro del concepto de la solidaridad del Estado. Los diputados podrían tener otras ideas, pero lo cierto es que algo debemos hacer.
Mario Valverde Montoya, San Rafael de Montes de Oca
Réplica del BAC
Hemos leído y analizado con detenimiento la situación descrita por la señora Silvia Irola Quesada en su carta a la columna del 15 de marzo pasado. Nos hemos comunicado con ella y le aclaramos las dudas con respecto a su inconformidad. Queremos agradecer la retroalimentación brindada, pues nos permite seguir mejorando nuestros procesos.
Jéssica Soto Centeno, Comunicación de BAC
Etiquetado frontal
Muy oportuno el editorial de La Nación que insta a los legisladores a que “no den más largas” a la aprobación del proyecto de ley de etiquetado frontal de alimentos preenvasados, archivado por segunda vez por la Comisión de Discapacidad y Adulto Mayor. Ahora, la diputada Andrea Álvarez trata de revivirlo.
La evidencia científica es contundente: el consumo de alimentos altos en azúcar, calorías, grasas no saludables y sodio, está asociado con la alta prevalencia de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Las etiquetas hexagonales son una clara advertencia para el consumidor. Que prevalezca el bien común y no el interés empresarial. Si no les conviene asumir los costos del etiquetado frontal, pueden optar por reformular “saludablemente” sus productos para que no requieran estas etiquetas. México, Uruguay, Chile y Argentina pueden dar testimonio del éxito de esta medida. Pasaron tres años y conviene que los diputados abandonen los “paños tibios”.
Silvia Gagneten Barbetta, Rohrmoser
Claro responde
Con respecto a la carta del señor Carlos Aguilar Segura, publicada el viernes 21 de marzo, agradecemos que compartiera su inquietud y lamentamos los inconvenientes que afrontó. Nos pusimos en contacto con él y ya le brindamos una solución. Instamos a cualquier usuario con dudas o situaciones similares a comunicarse con nosotros al 7002-7002 o mediante nuestras redes sociales (Claro Costa Rica).
Seth Artavia, vocero Claro Costa Rica
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