Cartas

Una historia inspiradora

Para comenzar la semana, ¿qué tal la carta de una lectora que nos cuenta una tradición de su infancia?

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Una buena vida nos deja pequeñas historias que forman buenas personas. Cuando era niña, estuve en la Escuela República del Perú, allá por los años setenta, y cuando salíamos a tomar el autobús, con mi querido chofer don Mundo, había varios vendedores ambulantes. Después de ahorrar los cincos y dieces que nos daban mis padres, mi compra favorita eran las famosas papas tostadas con salsa Lizano. De vez en cuando, aparecía un vendedor que me convencía para que cambiara mi tradición. Entonces, compraba para mi madre un hermoso ramo de las flores conocidas como pensamientos. Ella las amaba, y cuando las recibía, las colocaba en un vaso con agua y sonreía tiernamente. Ella ya no está con nosotros, pero esta anécdota tal vez motive a los padres a agradecer los gestos de sus niños, y los incentiven a valorar los detalles que nacen del corazón.








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