El filólogo Victor Klemperer describió magistralmente el proceso de consolidación del nazismo como fuerza política en Alemania, a principios del siglo XX, en LTI: la lengua del Tercer Reich. En un primer momento, se destruyó el significado propio de las palabras. Sin ellas, se amputa cualquier acto de raciocinio, y, con ello, se rompe el consenso social elemental. Luego, en un segundo momento, se instala por “decreto” totalitario el nuevo significado de las viejas palabras (patria, héroe, ley). Una vez alcanzado el asalto a los significados, la tercera y última etapa consiste en repetir hasta la saciedad las “nuevas ideas” (propaganda), apelando en todo momento al estado emocional del ciudadano como asidero del “salto hacia adelante” del nuevo liderazgo. ¿Les parece conocido?
Francisco Barrientos Barrientos, Coronado
Elecciones en Argentina
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El domingo, los argentinos escogerán los candidatos a la presidencia del país entre Sergio Massa, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Javier Milei, entre otros.
Argentina, granero del mundo de la posguerra, después de veinte años de peronismo y kirchnerismo, afronta un 40 % de pobreza y una inflación galopante que, en una semana, aumentó un 5 % el costo de los alimentos. En el pasado, compraron votos con máquinas de coser, bicicletas o bolas de fútbol. Ahora lo hacen con una amplia gama de subsidios que sangran las finanzas estatales. ¿Les permitirán usar la misma receta?
Silvia Gagneten Barbetta, Rohrmoser
Plan Nacional de Desarrollo
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El Plan Nacional de Desarrollo, definido por decreto, está destinado a todo el país y no incluye los factores que operan a escala regional o local. El constituyente no previó la gobernanza provincial ni regional, y obliga al gobierno a descentralizar su gestión hacia 84 ayuntamientos, algo imposible, más si se hace por medio de decretos con alcance limitado y específico, a diferencia de las leyes.
El mismo gobierno, condenado a planificar por decreto, pero a administrar por ley, chocará con un carrusel de normativas orgánicas institucionales, sobre todo, si su ejecución corresponde a mandos medios no afines políticamente.
En síntesis, la Ley de Planificación Nacional (n.° 2555) es sistémica, moderna, clara y conveniente, pero resulta “de mentirillas” si se opta por la ley de la administración pública tradicional, que reduce al ciudadano a la figura del “administrado” (“pobre diablo” en la telaraña de la burocracia estatal sin más opción que hacer fila). Adiós a la participación ciudadana.
José Alfredo Calderón Gómez, Rohrmoser
Pide hablar con un ser humano
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Durante toda la semana traté de comunicarme con un funcionario de Tigo, no con máquinas, ni sistemas de respuesta automática, ni call centers, para resolver el pago de las facturas mensuales.
No contestaron los numerosos mensajes que les envié por correo electrónico a la cuenta de cobros, únicamente recibí impersonales llamadas de call centers que no resuelven ni brindan la información requerida para algo que se supone es de primordial interés de la cablera.
Leonel Fonseca Cubillo, Pavas
Exámenes del MEP
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Coincido con el comentario de Ramiro Jiménez, del jueves 10 de agosto, pues también me preocupa que el Ministerio de Educación Pública (MEP) decida que las calificaciones de las pruebas estandarizadas de noviembre no se tomen en cuenta en la nota de presentación necesaria para promediar el examen de admisión a las universidades públicas.
Sugiero premiar el esfuerzo y la dedicación. De este modo, a los estudiantes que por estudiosos y esforzados sobrepasen el 70 % en el examen se les sume, como un plus, a la nota de calificación. El reconocimiento puede ser proporcional a la nota de la prueba, por ejemplo, para un 70 %, un plus de 1; para un 80 %, un 5; y así sucesivamente. Nadie tendría motivo para quejarse, pues el esfuerzo y la dedicación deben premiarse.
Fernando Feoli Araya, San José
Cartas por WhatsApp
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