Cartas

Vigencia de las denuncias en ‘La loca de Gandoca’

Lea en ‘Cartas a la columna’ la opinión de un médico jubilado sobre esta obra de Anacristina Rossi y la realidad actual

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Hace más de 30 años, Anacristina Rossi publicó la novela La loca de Gandoca. “Los personajes de esta historia son imaginarios. Cualquier parecido con la realidad sería fortuito”, dice la autora. El personaje Daniela Zermat ingresa a trabajar en el Ministerio con el proyecto Defensa del Refugio Gandoca. Denuncia la tala, la urbanización y la contaminación de ríos y playas; defiende la vida silvestre y el ecosistema. Se enfrenta al poderío económico y político, al viceministro y al ministro. El ministro vocifera que Daniela está loca. Daniela vive una vida feliz con el padre de sus hijos hasta que él, un alcohólico, la agrede brutalmente. La denuncia en esta novela tiene gran vigencia. Las noticias recientes de tala y posible destrucción de 188 hectáreas del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, con el beneplácito de las autoridades, así como de actos violentos contra las mujeres, llevan a reflexionar que por algo Rossi escribió esta novela y que Daniela no estaba tan loca. Hay que poner atención a Daniela y a lo que representan sus denuncias y sufrimiento.








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