Próximos a finalizar el actual gobierno de Laura Chinchilla, vale realizar un balance sobre los aciertos, yerros y algunos pendientes que deja la actual Administración.
En lo positivo, rescatamos la mejora en seguridad, en la que quizás el tema más relevante es la disminución de la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, logrando bajarla de 10, cifra considerada por la OMS como pandemia social, y que sobrepasamos por varios años. Su contraparte débil es el alarmante tema de la sobrepoblación penitenciaria.
Otro acierto ha sido el manejo macroeconómico, y, en especial, el control y disminución a niveles históricos de la inflación. Deja pendiente la reducción del déficit fiscal.
En materia de educación, resalto el darle rango constitucional al compromiso de aumentar al 8% del PIB la inversión en educación, la mejora en los planes de estudios, la incorporación de la educación sexual y la disminución en los niveles de deserción. Al próximo Gobierno le queda darle contenido económico al compromiso, y mejorar la pertinencia y calidad de la educación.
En infraestructura deja importantes recursos para la próxima Administración, pero avanzó poco en obras, limitándose a la utilización de parches y atención de emergencias, que desenmascararon la falta de inversión de Gobiernos anteriores. Para nuestra calidad de vida y competitividad, debemos recuperar nuestra capacidad de construcción de obra pública.
En política exterior, ha habido un excelente grupo de profesionales responsables de la defensa frente a la ilegítima violación de nuestro territorio por parte Nicaragua. Tristemente, la ruta 1856 una estratégica línea de defensa, fue deleznablemente aprovechada por algunos para actos de corrupción. Debe continuarse la férrea defensa de la soberanía nacional.
En cuanto al empleo, programas como “Empléate”, “Manos a la obra” y el apoyo a las pymes han sido importantes especialmente para jóvenes y mujeres. Pendientes quedan la reforma del régimen de empleo público y la mayor generación de trabajos en zonas rurales.
Respecto al tema de la mujer, se enfatizó la “Red nacional de cuido”, esencial para la incorporación de las mujeres al trabajo y la mejora económica de las familias.
La historia juzgará la Administración Chinchilla Miranda. Espero que la percepción de que la primera mujer presidenta les ha cerrado, de cara al futuro, oportunidades y cercenado el liderazgo a las mujeres, criterio muy difundido en la opinión pública, y reforzado por el mismo Gobierno con decisiones como integrar la Junta de Notables con solo hombres, se pueda revertir pronto. Las mujeres y el país lo requerimos.