Nuestra población envejece, producto de una mayor expectativa de vida y una baja tasa de natalidad. En el 2050, el 20 % de nuestros habitantes serán mayores de 60 años, y, de estos, un 7 % superará los 80 años.
En este fenómeno, no estamos solos. Es también la realidad de países desarrollados, entre los cuales el máximo exponente es Japón, de ahí que las Naciones Unidas declararon la presente como la Década del Envejecimiento Saludable y nuestras autoridades respondieron acertadamente con una Estrategia Nacional para el Envejecimiento Saludable, basado en el curso de vida 2022-2026.
Se trata, mediante la educación, políticas públicas e infraestructura, del establecimiento de condiciones que faciliten que las personas vivan el mayor número de años como personas saludables, en las mejores condiciones físicas y mentales, además de respetadas en el ejercicio pleno de sus derechos de la adultez.
El asunto nos atañe directamente y por eso celebro dos iniciativas: el lanzamiento del Observatorio del Envejecimiento en la Universidad de Costa Rica, en junio, y el ambicioso proyecto impulsado en Cartago para convertirse en la primera ciudad que ha desarrollado barrios compasivos.
Liderado por el médico geriatra Ernesto Picado Ovares, mediante la Fundación Partir con Dignidad, se desarrolló el programa Cartago con Vos, Cantón Compasivo, con una iniciativa que integra a personas, comunidades e instituciones que brindan apoyo a personas con enfermedades avanzadas, muy dependientes o que se encuentren al final de sus vidas. Sin duda, una excelente y novedosa iniciativa de la que los demás cantones deben aprender.
Pero no solo las personas que tengan algún padecimiento o dependencia deben ser objeto de acompañamiento. Gracias al Observatorio se ha evidenciado otra estadística que desgarra el corazón y llama a la acción: el 15,5 % de los adultos mayores viven actualmente solos, lo que equivale a más de 109.800 personas.
La soledad no siempre es buena compañera, y menos en los años plateados, cuando el acompañamiento y el amor son parte vital de la salud mental. Un llamado de atención para la creación de nuevos programas, que adopten el espíritu y solidaridad de los barrios compasivos, teniendo a esta población en mente.
La autora es politóloga.