Sin querer queriendo, se han convertido en la voz de los reprimidos y de los asesinados. Su valentía para confrontar el poder de Daniel Ortega y de Rosario Murillo es inigualable.
Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, de 60 años, y Lesther Lenín Alemán Alfaro, de 20, un universitario que estudia Comunicación Social, han sobresalido por exigir al matrimonio gobernante que detenga la matanza contra los nicaragüenses que se han atrevido a protestar.
Báez ha tenido un papel protagónico desde Twitter. Alemán, desde Facebook. Y, los dos, en persona, están unidos con los ciudadanos, enfurecidos con la brutal violación a los derechos humanos que ya arroja 76 asesinados y 900 heridos en solo un mes.
Ninguno se anda con medias tintas. Los dos exigen a Ortega y a Murillo la “renuncia inmediata” al culparlos de la matanza. “Esta gente –dijo Báez en la prensa– tiene que abandonar el poder, que es el único modo de democratizar Nicaragua y de que este país vuelva a ser una república fundada en la justicia social y en la libertad para todos”.
“Esta no es una mesa de diálogo –le dijo Alemán, en la cara a Ortega, el 16 de mayo–. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado”. Los dos les han dicho a Daniel y a Rosario que el pueblo no los quiere más.
Esas dos figuras de seguro ni se conocían y hoy confluyen. Báez, quien se formó en el seminario de los carmelitas en Costa Rica, es un crítico del gobierno y ni siquiera votó en las elecciones municipales de noviembre “porque no confía en ese sistema electoral”. Es tuitero desde el 2013, tilda a Ortega de “dictador” y aclara que no es su intención hacer activismo político. “Yo hablo desde el Evangelio, pero la fe no puede quedar relegada al interior del templo”.
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Alemán era un simple universitario hasta que el 20 de abril sufrió en carne propia la represión durante las protestas. Un día después, con su voz ronca, hizo un video en Facebook, explicando, entre lágrimas, lo vivido. De inmediato se unió a la Coalición Universitaria y en días sobresalió como la cara más visible.
Tomando cuatro palabras de Bertolt Brecht, “ellos son los imprescindibles” para una Nicaragua reprimida.
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El autor es jefe de Redacción en La Nación.