EscucharCientíficos, informáticos, emprendedores e innovadores están prestando un servicio invaluable a los costarricenses. Uno se llena de orgullo al comprobar, una vez más, el enorme potencial que hay en nuestras universidades, instituciones, laboratorios e industrias.
En las últimas semanas, han salido a la luz varias iniciativas que pretenden brindar soluciones a algunos de los grandes desafíos planteados por el nuevo coronavirus. En la Universidad de Costa Rica (UCR), físicos e ingenieros desarrollan prototipos en 3D de un respirador y de un cobertor facial para evitar un eventual desabastecimiento.
En esa misma línea, a través de una alianza público-privada, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) elabora caretas de seguridad para el personal sanitario. Se trata de un proyecto impulsado por el Incae, la Lead University, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) y la Cámara de Industrias con el objetivo de producir hasta 100.000 unidades a la semana. Además, el Tec diseñó una cápsula de aislamiento que se coloca en las camillas para trasladar en las ambulancias de la Cruz Roja a los pacientes que padecen enfermedades muy contagiosas.
Mientras, el Centro Nacional de Alta Tecnología intenta desarrollar una prueba para detectar la covid-19, con la meta de reducir la dependencia del país de los kits producidos en el extranjero. De cristalizarse esta investigación, no solo significará un alivio para el erario, sino que también nos librará de la guerra en el mundo por la adquisición de estas pruebas.
Algo similar ocurrirá si el Instituto Clodomiro Picado, de la UCR, lograra hallar un tratamiento contra la covid-19 utilizando el plasma de pacientes recuperados. Por otro lado, especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) parecen haber encontrado la medida exacta de la hidroxicloroquina para mitigar los efectos del virus.
Este fármaco contra la malaria, cuestionado en algunas latitudes, se utiliza con éxito en el país para aliviar a los enfermos del nuevo coronavirus, mientras se desarrolla una vacuna. Todas estas iniciativas, junto con otras que todavía permanecen en la sombra, nos hablan del enorme talento que tenemos. Es justo reconocerlo y brindarles más apoyo.
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Ronald Matute es jefe de Información de La Nación.
