Columnistas

El gobierno de las emociones en la clase política

De la ausencia de razonamiento y el imperio de la afectividad desbocada se sostienen los oportunistas para llegar al poder

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A nuestra clase política le falta sobriedad. Excepciones hay, las más notorias y admirables, las 22 diputadas que son un faro de civismo, sobre todo por su último pronunciamiento conjunto.








Isabel  Gamboa Barboza

Isabel Gamboa Barboza

Doctora en estudios culturales y sociales, dedicada a la docencia universitaria y a la investigación del sufrimiento y el vínculo social, las desigualdades entre mujeres y hombres y los discursos culturales acerca de la pobreza, la salud, la enfermedad y el poder, entre otros.

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