¿Qué está pasando en la política estadounidense? De todo: hervor, beligerancia, conflictos, decepción y, sobre todo, una profunda división social.
La lucha es frontal entre republicanos y demócratas; también, entre funcionarios y diplomáticos con marcados sesgos políticos (FBI, CIA). En la prensa, hay una batalla partidista cotidiana (CNN vs. Fox News; NYT vs. WSJ) y hay resquemor en los temas migratorios, sanitarios y económicos, salvo las bolsas de valores que parecen ignorar el impeachment.
Los republicanos solo tienen un candidato; los demócratas, más de 20 y siguen reclutando, pues, quizás, ninguno de los originalmente matriculados pueda vencer a Trump. Lo interesante, entonces, es especular quién los representará en las elecciones del 2020 y cuál será su plataforma política.
Según Real Clear Politics, Joe Biden sigue a la cabeza (30 %), pero está bajando; Bernie Sanders se estancó (19 %); Elizabeth Warren subió al inicio (18,5 %), pero tropezó con su plan de salud universal gratuito y financiado con impuestos al capital (activos) y a los de ingresos medio y alto; Buttigieg, el moderado Lancelot de la campaña, va creciendo (8 %); y Bloomberg, un billonario llamado a neutralizar a la izquierda, solo atrae al 2,5 %. Los debates no han sido, hasta ahora, definitorios. En ese contexto, el mensaje de Obama es clave: “El americano promedio no piensa que se debe desarmar completamente el sistema y rehacerlo.”
La candidatura de Trump se verá empañada por el polémico impeachment. La Constitución lo reserva para “altos crímenes y conductas reprochables” (art. 2, sección 4), sin definir en qué consisten. Eso lo convierte en un juicio meramente político. Los demócratas alegan que Trump buscó ayuda de Ucrania para investigar a los Biden y violó la ley; los republicanos aceptan que la conducta fue indebida, pero no la consideran tan grave para destituir a un presidente en ejercicio. Alegan que Hunter Biden se benefició en Ucrania por su padre y, además, se quedarían sin candidato y lo perderían todo: presidencia, Congreso y gobernaciones, una verdadera tragedia. Por eso, aunque la Cámara lo enjuicie, la mayoría republicana lo absolverá en el Senado. Para disgusto de los nevertrumpers, él enfrentará a un demócrata. ¿Quién ganará? Si los demócratas presentan a un candidato moderado, como Biden o Buttigieg, tendrían mucho chance; si fueran Warren o Sanders, ambos muy radicales, sería una moneda al aire.
El autor es abogado y economista.