Columnistas

En Guardia: Kavanaugh y el ruiseñor

Descalificar al adversario político por el mero hecho de ser varón, caucásico, educado en buenas universidades, con un récord impecable como juez de alzada y defender la Constitución bajo una perspectiva literal, es muy preocupante.

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Cuando Harper Lee escribió su clásica novela Matar a un ruiseñor (To Kill a Mockingbird), en 1960, lejos estaba de saber que su trama en defensa ante la discriminación racial sería utilizada con una connotación distinta en el juicio mediático y político contra Brett Kavanaugh, elegido por el Senado para servir en la Corte Suprema de Justicia de EE. UU.








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