Columnistas

Intensidad energética de la IA suscita preocupaciones ambientales

Desarrollar, entrenar y desplegar grandes modelos lingüísticos es un proceso que consume mucha energía y requiere grandes cantidades de potencia computacional

Si bien el auge de la inteligencia artificial (IA) podría revolucionar numerosos sectores y generar oportunidades económicas sin precedentes, su intensidad energética ha suscitado serias preocupaciones ambientales. En respuesta, las empresas tecnológicas promueven prácticas de IA frugales y apoyan la investigación centrada en la reducción del consumo de energía. Pero este enfoque se queda corto a la hora de abordar las causas profundas de la creciente demanda de energía de la industria.

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