Rodrigo Chaves, consciente del gran trabajo que tiene por delante para cumplir sus promesas de campaña, empezó a trabajar inmediatamente después de que salieron los resultados que lo confirmaban como el ganador de las elecciones.
Del tono agresivo durante la campaña, don Rodrigo enseguida pasó a uno conciliador, pues sabe que deberá negociar con las demás fuerzas política para casi cualquier cambio que quiera realizar.
Desde el lunes mismo, imagino, debe estar trabajando en convertir las ideas esbozadas durante la campaña en políticas concretas. Comenzando, por ejemplo, por definir cómo renegociará el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Debido a que don Rodrigo recibe el país en una situación macroeconómica mucho más estable que Carlos Alvarado, podría tener un pequeño margen para hacer ajustes al acuerdo y mantener la ruta hacia la sostenibilidad fiscal asegurada.
Con la inflación en galopante subida, ya casi un 6%, don Rodrigo debe definir cuál será su política monetaria para mantener la estabilidad financiera, la cual él calificó en campaña de fundamental para generar crecimiento y empleos. Complementariamente, deberá concretar los decretos para bajar el costo de vida, principalmente, mediante la reducción de los precios de la electricidad y el arroz.
En este último el reto, será cómo hacer para bajar el precio que pagan los consumidores sin perjudicar a los pequeños productores de arroz, a quienes también prometió proteger.
Otro de los desafíos que tendrá, tal vez de los más grandes, será definir cómo ayudar a la población de las zonas costeras. Ese grupo votó mayoritariamente por él, con la esperanza de que será quien los saque de sus penurias económicas. El desempleo y la pobreza son mayores en esas zonas que en el resto del país.
Los beneficios del auge exportador y turístico no se han traducido en mejores ingresos para una parte significativa de la población. El desafío para don Rodrigo será operar los cambios necesarios en el modelo, sin descartar lo bueno que se ha hecho hasta ahora, de modo que las personas que se han quedado rezagadas tengan la oportunidad de salir del bache en que se encuentran. Y debe hacerlo a corto plazo, antes de que se desencanten porque los resultados no les llegan pronto.
Así, que manos a la obra. El mayor de los éxitos a don Rodrigo.
El autor es economista.