Columnistas

Obsesión por contratos públicos

Es curioso el interés de la Casa Presidencial por inmiscuirse en múltiples contratos públicos, al punto de llamar a referéndum para acapararlos

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Hay dos palabras que se posicionan fieramente en los intereses del gobierno: contrataciones públicas. Se han convertido en una obsesión; en el fin de la administración. La ferocidad con la que intentan concretar ciertas contrataciones es tan exagerada que es posible notar y comparar cuán desamparados están los planes para resolver problemas sociales como pobreza y desempleo, la ola de criminalidad o la decadente calidad de la educación pública.








Armando Mayorga

Armando Mayorga

Ingresó a La Nación en 1986. En 1990 pasó a coordinar la sección Nacionales y en 1995 asumió una jefatura de información; desde 2010 es jefe de Redacción. Estudió en la UCR; en la U Latina obtuvo el bachillerato y en la Universidad de Barcelona, España, una maestría en Periodismo.

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