El préstamo para el Programa Integral de Seguridad y Conservación del Monumento Histórico Teatro Nacional está a las puertas del segundo debate.
Para avanzar con éxito en esta fundamental decisión, es necesario obtener 38 votos del Congreso; de modo que, si los diputados aún tienen dudas, me permito justificar la urgencia del crédito por $31 millones, el cual se pagará en condiciones favorables para el país.
Tipo de intervención. Por décadas, el Teatro Nacional ha sido objeto de intervenciones puntuales y continuas de mantenimiento y conservación: refuerzo estructural después del terremoto de Limón, cambio de piso, restauración de pinturas y otras obras artísticas, adecuación a la Ley 7600 y a códigos contra incendios, arreglos en tanque de agua, bomba y gabinetes de mangueras, así como cambios en el cableado eléctrico y establecimiento de protocolos de evacuación.
El préstamo consolidará la atención a los elementos pendientes que, según normas internacionales, solo pueden resolverse de forma integral: colocación de sistema de aspersión interna y muros cortafuegos, cableado total, cambio de materiales inflamables por ignífugos, separación de servicios y adecuación funcional de elementos que ponen en riesgo al edificio patrimonial. Por ejemplo, reubicación de tanque de diésel, del transformador y servicios de apoyo; iluminación de incandescente a “fría”; nueva estructura de soporte para los instrumentos escénicos, telones cortafuegos y concha acústica que no pueden ser cargados a la tramoya histórica por sus características originales y sus debilidades estructurales ya documentadas.
Estas mejoras impostergables se han explicado en visitas técnicas que dio el Teatro a los miembros de la Asamblea Legislativa para contribuir a una decisión informada y aclarar las dudas técnicas.
Razonabilidad de la inversión. Se ha mencionado que, en contraste con la situación actual, la construcción original del Teatro, a finales del siglo XIX, se hizo sin sacrificio, en tiempos boyantes. También, que el Teatro Nacional recoge mal el impuesto sobre espectáculos públicos y esa debe ser la fuente para financiar el programa.
La evidencia dice lo contrario: el financiamiento de la construcción, el cual se previó se obtuviera de un impuesto a comerciantes y cafetaleros (cinco centavos por arroba de café exportada), resultó insuficiente. A tres años de recaudo y de la crisis de los precios del café (1896-1915), no se había alcanzado el 5 % del costo pagado por los costarricenses. Gracias a procesos de mejora en la gestión, la recaudación del Teatro aumentó un 65 % del 2014 a la fecha y cinco veces desde inicios de esta década. Sin embargo, como es usual en este tipo de edificaciones, los recursos de conservación y mantenimiento son insuficientes para las soluciones integrales necesarias en este momento. Eso sí: un 15 % del monto del impuesto sobre los espectáculos públicos, asignado al Teatro Nacional, se usará para el pago del crédito, una acción de responsabilidad sin precedentes porque cubrirá casi el 30 % de los $31 millones.
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El Teatro y su presencia en el territorio. Se ha señalado la inequitativa inversión cultural del Estado en el territorio nacional. Aunque ante la coyuntura fiscal no todas las medidas deseables para revertir esa tendencia se pueden propiciar de forma inmediata, el Teatro se ha comprometido firmemente a procurarla mediante su alianza con el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el programa Érase Una Vez.
Como resultado de la unión, en el 2017 y el 2018, recibió 63 centros educativos de Limón y 56 de Puntarenas; en total, movilizó, entre el 2016 y el 2018, a 105.000 estudiantes de todo el país, quienes visitaron el Teatro. Este año, junto con todas las entidades escénicas del MEP, se inició el programa Érase Una Vez Territorio, el cual llevará las producciones a todas las regiones, primero, a Puntarenas y Guanacaste y, en agosto, a Limón.
El proyecto se suma a la Ruta de Museos y a la participación del sector cultura dentro de las estrategias de seguridad humana y de gestión integral de destinos turísticos, justamente en virtud de que el enfoque territorial es prioridad.
En relación con el apoyo del Estado a la reconstrucción del Black Star Line, tesoro y emblema de la cultura afrodescendiente, el gobierno de la República comprometió, en agosto del 2016, un aporte de 150 millones, cuya entrega se cumplió en cuanto la asociación civil dueña y responsable del inmueble presentó los requisitos de ley.
Diputados, componente a componente, la inversión está por debajo de los costos de intervenciones semejantes llevadas a cabo en países de América Latina y en España. Como señaló Crédito Público, sus condiciones son competitivas y el plazo de 20 años amortiguará su impacto en las finanzas públicas.
Es un crédito razonado y razonable. Una vez más solicitamos su voto afirmativo al Programa Integral de Seguridad y Conservación del Monumento Histórico Teatro Nacional.
miguel.gutierrez.saxe@gmail.com
El autor es economista. Ha sido miembro del Consejo Directivo del Teatro Nacional en tres administraciones.