En un mundo complejo, desde la democracia debemos hacer un esfuerzo supremo por mejorar la experiencia de vida de las personas y devolverle su propósito práctico a la acción política: procurar el bienestar y las oportunidades para la gente, con una ética del bienestar del mayor número y que priorice a las personas más vulnerables. Ningún grupo de presión puede estar sobre el interés de la mayoría.
El más reciente Informe del Estado de la Nación (PEN) demostró que la acción de nuestro gobierno atípico de unidad nacional y de una Asamblea Legislativa excepcional en su voluntad de llegar a acuerdos le evitaron al país una grave crisis económica, y, por tanto una crisis social y posiblemente institucional. Estuvimos al borde de una difícil situación que habría afectado a la población y resquebrajado el Estado social de derecho. Pero, como lo expone el mismo PEN, es una historia de lo que no pasó.
Salvar al Estado de la quiebra y empezar la ruta de saneamiento, era urgente y es un éxito que vamos a mantener. No significa que, automáticamente, haya mejorado la experiencia de vida de la gente o se haya acabado la incertidumbre.
Hecho lo urgente, debemos a continuación dar prioridad a la mejoría en la vivencia de las personas. Nace optimismo en la incipiente aceleración económica de los últimos meses, según datos del Banco Central, o la confianza mostrada en el país por los inversionistas en la colocación de los eurobonos.
La próxima semana comienza el periodo de sesiones extraordinarias en la Asamblea Legislativa, el cual termina a finales de abril. Mi determinación es convertirlas en unas sesiones extraordinarias para la gente y por ella.
Quiero compartir con ustedes los proyectos que promoveremos y su finalidad para el bienestar de las personas, y hacer una invitación a las distintas fuerzas políticas para que nutramos este esfuerzo.
El bolsillo de los hogares. Como ha quedado de manifiesto en los últimos meses, los hogares están sumamente endeudados. Muy apretados en sus gastos, mes tras mes. Aliviar el bolsillo de las personas, de manera responsable e integral, será un objetivo central de este periodo.
El Ejecutivo convocará los proyectos de ley para complementar los programas de salvamento de personas altamente endeudadas, que lanzamos junto con la banca pública y empezaron a aplicarse el lunes pasado en el Banco Popular, y pronto los otros se unirán. Las personas deben honrar sus deudas, pero de manera tal que las desahogue del estado actual en que se encuentran.
Existe una visión mayoritaria de que se debe instaurar el mecanismo para fijar las tasas de usura para poner orden a las popularmente denominadas “garroteras”: en tarjetas de crédito, compra de electrodomésticos y el mercado informal.
Confío en que, aprovechando alguna de las iniciativas existentes, la discusión en el Congreso permita concretar un mecanismo balanceado y adaptable a las circunstancias económicas que ponga freno a las tasas excesivas, sin limitar el acceso al crédito, especialmente a las personas en mayor riesgo.
Hay que ampliar y fortalecer el Centro de Información Crediticia de la Sugef para obtener información más precisa y, así, ampliar los planes de salvamento, profundizar en los proyectos para la educación financiera con vistas a evitar volver a caer en este problema a la vuelta de unos años.
El ROP y el FCL. Mucha responsabilidad y ponderación de los factores involucrados debe primar en el análisis de las iniciativas relacionadas con el ROP y el FCL para encontrar un equilibrio entre el propósito de que las personas puedan disponer de una porción de los ahorros en sus cuentas individuales y la necesidad de no comprometer los sistemas de pensiones a mediano y largo plazo.
Estas iniciativas, propuestas por la fracción de Restauración Nacional, deben ser discutidas bajo la lupa de la responsabilidad y, también, de la difícil situación que pasan muchas familias.
También, promovida por dicha fracción, de otros legisladores y el gobierno, debe votarse la ley para reducir el monto de las pensiones de lujo, y hacer que más de los beneficiados paguen la contribución especial solidaria bajo el principio de que cuanto mayor sea la pensión de lujo, más contribución se le debe cobrar.
El empleo. Para atender esta gran preocupación nacional, convocaremos el proyecto de jornadas laborales, iniciativa de la fracción de Liberación Nacional. Respetaremos los derechos laborales, pero debemos actualizar el marco jurídico para habilitar jornadas que se ajusten a las dinámicas productivas actuales, y ampliar, de esta manera, las oportunidades de empleo. También, el proyecto de la fracción del Partido Unidad para buscar una amnistía y arreglo de pago de quienes trabajan por cuenta propia y de las pequeñas empresas en la CCSS.
De gran trascendencia será la propuesta de reforma a la Ley del INA, que promueve la inclusión social y la formación para el empleo del presente y el futuro, dándole más flexibilidad para responder a las cambiantes necesidades de las empresas y facilitar la inserción laboral de las personas. Además, para promover la formalidad y el respeto de las garantías laborales, convocaremos el proyecto sobre la inspección laboral, que ya tuvo en el pasado un acuerdo entre el sector privado y las diputadas que lo impulsaron.
El proyecto de regulación en materia de huelgas será convocado también para cerrar ese ciclo y dar mayor seguridad jurídica a todas las partes.
También es hora de aprobar una ley que formalice y regule las plataformas tecnológicas de transporte, de una forma que brinde seguridad jurídica y respuesta a los trabajadores taxistas.
En educación, convocaremos el proyecto de reforma del Conesup para promover buena calidad en la educación superior privada, en beneficio del estudiantado. Por ejemplo, para aumentar la calidad de nuestros docentes, pues más del 70 % se forman en centros privados.
Oportunamente, convocaremos el proyecto de empleo público para llevar eficiencia y mejora en los regímenes de contratación y niveles de servicio estatales. Esto facilitará y hará mejor el reclutamiento de docentes en el MEP y mejorará la educación pública.
La reforma del Estado se fomentará con un proyecto que procura la eficiencia en los órganos desconcentrados, más de 70 que están dispersos, para seguir en una ruta responsable de modernización del país. Asimismo, aprobaremos los proyectos restantes para ingresar a la OCDE, sin debilitar la banca pública en el proceso. Y, como lo adelantamos hace un año, presentaremos un plan para proseguir el saneamiento de las finanzas públicas con una segunda emisión de eurobonos.
En seguridad, retomaremos la extinción de dominio. Día tras día luchamos contra el flagelo atroz del narcotráfico, pero necesitamos las herramientas para llegar a su origen y a sus recursos mal habidos. Confío en que la lucha nos una y sea posible un acuerdo para contar con esta herramienta.
En ambiente, convocaremos el Proyecto de Ley de Recurso Hídrico, con el texto que obtuvo consenso en el periodo anterior. También, se tramitará el crédito para el esperado tren eléctrico de pasajeros, en una alianza público-privada. Además, impulsaremos la prohibición de la explotación y exploración petroleras, acorde con nuestra visión de sostenibilidad, y la modernización de Recope para darle un marco de agilidad y eficiencia que encaminará al país hacia un futuro con energías limpias.
La agenda contiene los elementos centrales para toda la población. Nuestra democracia debe dar respuestas a las personas y es nuestra responsabilidad trazar la ruta para desatar nudos. Que estas sesiones no sean extraordinarias solo por el procedimiento. Que sean extraordinarias por sus beneficios para la gente.
El autor es presidente de la República.