Consciente de la importancia de los juegos en el desarrollo de valores en la edad temprana, sumado a mi deseo de no reproducir estereotipos que violentan a nuestros niños, sé de la importancia de definir bien qué regalarle a mi nieta Isabella.
La decisión no es sencilla. Contamos en Costa Rica con una amplia oferta de juguetes, pero algunas de nuestras tiendas siguen con los viejos patrones y estereotipos de antaño, que limitan y encasillan desde muy temprana edad a nuestros niños.
En palabras de la psicóloga de la Universidad de Harvard, Sudan Linn: “Cuando un niño está rodeado de mensajes rígidos, tales como ‘esto es lo que hacen los varones y esto es lo que hacen las niñas’, se limitan las posibilidades de desarrollar todo su potencial”.
Algunos países de Europa así lo han entendido, tal como la sueca Top Toy, que maneja 50 tiendas Toys “R” US en el norte de Europa, y que lanzó en el 2012 un catálogo de juegos “género neutral”, mostrando a niños jugando con muñecas o con una aspiradora y a las niñas defendiéndose de un imaginario enemigo con un láser.
La juguetera Leklust lanzó una campaña con un niño disfrazado de Spider-Man empujando un coche y una niña en un tractor, y, en Inglaterra, la icónica tienda Harrods creó un departamento de juguetes en los que desaparecen las tradicionales divisiones entre juguetes femeninos y masculinos, acomodándolos por temas. Por su parte, Hasbro lanzó una línea “género neutral” de su famoso hornito.
En Estados Unidos, la Asociación Nacional de Educación Infantil (Naeyc) realizó un estudio que incluyó más de 100 juguetes, y que clasificaron en cinco categorías: fuertemente femenino, moderadamente femenino, neutral, moderadamente masculino y fuertemente masculino.
En general, los juguetes más asociados a las niñas tenían una estrecha relación con la belleza física, labores de cuido y tareas domésticas, en tanto que los de los niños tenían una inclinación hacia lo violento, competitivo, excitante y algunas actividades incluso peligrosas.
Lo interesante del estudio es que los juguetes más educativos, y que estimulaban mejor las habilidades físicas, cognitivas, artísticas y otras importantes destrezas, eran aquellos que estaban dentro de las categorías neutral o moderadamente masculina, dado que estos últimos estimulan habilidades espaciales, científicas y constructivas. De ahí, la conveniencia de estimular su uso entre ambos sexos.
Sé que la escogencia de ese especial juguete le transmitirá valores a mi nieta, uno de los cuales –espero– será la importancia de no permitirse caer en encasillamientos que le coarten su libertad.