¿Ya despertó? ¿Se quitó las legañas y se desperezó? ¿Vio que su billetera está más fría que la nariz de un oso polar? Pues sí, hoy es jueves 7 de enero, 38 de diciembre para algunos, tiempo de despertar de la ilusión de que el mundo se detenía por algunos días porque, lamento ser el primero en dar la noticia, el mundo no se detuvo. Despertemos, aunque sea poco a poco, pues en estos días de fiesta la buenaventura se fue por ahí a los revolcones impúdicos en el fango de la mezquindad.
Restregados los ojos, déjenme contarles que las finanzas públicas del Estado costarricense siguen en situación muy precaria y tenemos poco tiempo para enmendar el rumbo; que de no hacerlo, esta sociedad pagará costos que pudieron ser evitados y que tendrán importantes efectos sociales y económicos. Esto ya lo sabíamos, cierto, pero, lamentablemente, no hubo acto sobrenatural que arreglara el tanate durante los días mágicos de fin de año. La realidad real sigue ahí.
Les cuento que dentro de un mes se celebrarán las elecciones municipales por lo que, súbitamente, verán ustedes a cuadrillas del municipio lastrear calles, arreglar huecos, en fin, todo un despliegue inusitado de eficacia para convencerlos de que al alcalde vale la pena reelegirlo. Aun así, apunten la fecha (7 de febrero) y voten porque después no se vale el berreo. (Claro que me agüevo al pensar que en no pocos municipios la elección se gana o se pierde si el candidato logra montar unos cien viejos en tres buses y reparte arroz con pollo).
Apunten en sus agendas un día muy especial: la conferencia de prensa en la que el MOPT anunciará el listado de todas las obras viales que esta vez sí construirá. Ese día estén atentos pues, como decían los afiches de los turnos de antes, ¡asiste y diviértete! Comparen la lista del 2016 para ver si cambió en relación con la que anunciaron el año pasado.
¡Cómo cuesta la cuesta de enero! A devolver pantallas planas, a comprar los uniformes y los útiles escolares, a rascar los bolsillos para comprar el diario. La festa è finita. Súbitamente volvemos a encontrarnos con nuestras vidas, y, para la gran mayoría, esa vida no da cuartel. Miramos de frente un 2016 que ya se nos coló por debajo de la piel y no tenemos manera de evadir los desafíos que enfrentamos como individuos y como sociedad. Y –quizá sé por qué– abrigo poderosas dudas sobre la capacidad de nuestro sistema político, gobierno incluido, para evitar el impacto desarticulador que tendrá sobre nuestra estabilidad años de desbalance fiscal. Cochinas dudas.
Jorge Vargas Cullell es gestor de investigación y colabora como investigador en las áreas de democracia y sistemas políticos. Es Ph.D. en Ciencias Políticas y máster en Resolución alternativa de conflictos por la Universidad de Notre Dame (EE. UU.) y licenciado en Sociología por la Universidad de Costa Rica.