¿Qué es la balcanización? Este término, según el Websterís Dictionary of the English Language , es una fragmentación de un territorio en pequeñas partes, políticamente hostiles de los estados balcánicos. O bien es un proceso de fragmentación nacionalista que trajo consigo la formación de nuevos estados derivados de una unidad geográfica. Ya aquí se utiliza este término solo para la península balcánica, básicamente para Yugoslavia. Este concepto histórico ha permanecido y renace con el lamentable colapso yugoslavo y la actual inestabilidad en Macedonia.
Los yugoslavos temen así a su propia historia sin remitirme exclusivamente a los serbios y a la influencia en sus vidas. Aparte de su legado glorioso, la cultura yugoslava, diseminada en toda la península, tiene un fuerte arraigo a lo antiguo, a grandes guerras épicas con una fuerte connotación religiosa. La civilización bizantina floreció en esa región e impactó profundamente el desarrollo del reino serbio. El reino croata, hoy Croacia, ha sustentado su existencia en el movimiento ilirio después que los eslavos invadieron los Balcanes, principalmente la costa dalmática. Occidente no ha atendido estos y muchos otros valores históricos de la región, lo que causa un desencuentro comprensible entre la cultura de Occidente y Oriente. Los países de la antigua Yugoslavia han fomentado ese alejamiento al aplicar como solución inmediata a sus conflictos la partición territorial. A esto se suma la acción punitiva en Serbia y el establecimiento de contingentes de la OTAN en Bosnia, Kósovo y ahora en Macedonia.
Ampliación de la OTAN. ¿Cuán importante fue la guerra yugoslava a los intereses europeos? Occidente también se resarció de esa guerra promoviendo la balcanización en la región. Fueron imprudentes algunos países europeos y el Vaticano al reconocer la independencia de Croacia y Eslovenia, dos estados católicos. Y es que la ampliación de la OTAN, más que representar una estrategia de seguridad militar, en el fondo tiene una estrategia histórica de "recuperación" de los estados de confesión católica.
La evidencia se encuentra con la inclusión de Polonia, Hungría y la República Checa como nuevos miembros de la Alianza Atlántica. Más aún, en la lista están Eslovaquia, Letonia, Estonia y Lituania, Eslovenia y Croacia. Esta es una continua satanización de Occidente hacia Rusia y los serbios ortodoxos para evitar el paneslavismo en la región.
Deseslavización. Inmediatamente después que Croacia y Eslovenia consolidaron su independencia, ambos han estado desarrollando un proceso de "deseslavización y desbalcanización" en sus países, aunque geográficamente pertenezcan a los Balcanes. Es decir, si la balcanización es la separación territorial de una unidad política, desbalcanizar y deseslavizar son procesos de separación y desconocimiento de la historia de sus países para trasladarlos a un eurocentrismo más occidental. Más aún, ambas naciones no reconocen su pertenencia a la etnia eslava. En sus modernos estudios de geografía política, Croacia y Eslovenia han generado un rechazo hacia los eslavos como sinónimo de ortodoxia y han desarrollado una mayor vaticanización de sus sociedades y algún vínculo étnico de mediterraneidad itálica u occidental.
La actual presencia de tropas de la OTAN en Macedonia también está encaminada a frenar cualquier aspiración de la Bulgaria ortodoxa en la región. Si bien tan solo el 20 por ciento de los búlgaros desea la unificación de Macedonia, la mayoría se considera predominantemente macedonia. Los principales grupos, como la Asociación Búlgara para la Unificación de Macedonia y las Legiones Nacionales de Bulgaria, promueven tal objetivo.
Mientras que Eslovenia y Croacia buscan su desarraigo histórico con Yugoslavia, Montenegro piensa en su independencia; Bosnia, Serbia y Kósovo están repensando sus territorios, su historia, sus gentes, sus tradiciones; y Macedonia, un país amenazado por Grecia, está en un túnel sin salida y su futuro se muestra sombrío y a las puertas de una guerra total. ¿Quién recogerá los pedazos de esta nueva desbalcanización?