Han transcurrido ciento tres años desde que, un día como hoy, durante la administración del presidente Ascensión Esquivel, se fundó el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica. Ciento tres años de orgullo profesional costarricense al servicio de nuestro pueblo.
No es de extrañar, entonces, que el 12 de agosto haya sido declarado, por decreto ejecutivo, el "Día Nacional del Farmacéutico". ¿Qué es y qué hace el farmacéutico?
Es el profesional en ciencias de la salud especialista en medicamentos; por cierto, el más accesible para la población, porque no cobra por la consulta. Como tal, su mayor satisfacción es que el paciente se recupere, prolongue su vida, supere el dolor que lo agobia, prevenga o encuentre alivio a su enfermedad, a través del sabio manejo de los medicamentos.
¿Quién no habrá entrado alguna vez en su vida a la farmacia, a veces enfermo en busca de alivio, otras con su receta en mano, confiando plenamente en que recibirá ese medicamento salvador, con instrucciones claras y sencillas sobre su utilización y con el consejo necesario para garantizar la curación?
Allí está el farmacéutico para garantizar el uso correcto de los medicamentos, despachar la receta, revisar la dosis o evitar combinaciones de medicinas que puedan ser mortales. Lo veremos preocupado en colocar claramente las instrucciones y consejos apropiados para que el enfermo comprenda cómo tomar su medicina y comprometerlo en no abandonar su tratamiento, además de orientarle adecuadamente en temas de salud.
Diversidad de labores. Pero no solo en la farmacia se hallan los farmacéuticos. Muchos han hecho de los laboratorios y fábricas de medicamentos sus hogares, donde laboran verificando la calidad de los fármacos, desde las materias primas hasta el producto terminado.
Muchos otros farmacéuticos se convierten en informadores científicos de los demás profesionales en salud, los llamamos visitadores médicos. Quienes transmiten a los galenos la información necesaria para recetar adecuadamente los medicamentos.
Otros han tomado el camino de la docencia o trabajan en diversas instituciones públicas, como el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense del Seguro Social, coadyuvando con nuestros gobiernos para definir e implementar las políticas de salud.
Y cómo olvidar a los farmacéuticos que trabajan en los centros de información de medicamentos, que se han convertido en lugares obligados de consulta para los profesionales y la población en general. Dondequiera que se encuentre uno de los 2.300 farmacéuticos o farmacéuticas costarricenses que hoy celebran su día, su norte estará definido por la defensa de los valores más sagrados: la salud y la vida.